Texts 24-25
tarhy eva sarasas tasmān
niṣkrāmantaṁ sahānugam
upagīyamānam amara-
pravaraṁ vibudhānugaiḥ
tapta-hema-nikāyābhaṁ
śiti-kaṇṭhaṁ tri-locanam
prasāda-sumukhaṁ vīkṣya
praṇemur jāta-kautukāḥ
tarhi—en aquel preciso instante; eva—ciertamente; sarasaḥ—del agua; tasmāt—de allí; niṣkrāmantam—saliendo; saha-anugam—en compañía de grandes almas; upagīyamānam—glorificado por los seguidores; amara-pravaram—el principal de los semidioses; vibudha-anugaiḥ—seguido de su séquito; tapta-hema—oro fundido; nikāya-ābham—aspecto físico; śiti-kaṇṭham—garganta azul; tri-locanam—con tres ojos; prasāda—misericordioso; su-mukham—rostro hermoso; vīkṣya—viendo; praṇemuḥ—ofrecieron reverencias; jāta—se levantaron; kautukāḥ—asombrados de la situación.
Los Pracetās tuvieron la fortuna de ver al Señor Śiva, el principal de los semidioses, que salía del agua en compañía de su séquito. El lustre de su cuerpo era como el oro fundido, su garganta era azul, y tenía tres ojos, que miraban llenos de misericordia a sus devotos. Venía acompañado de muchos músicos, que le glorificaban. Tan pronto como vieron al Señor Śiva, los Pracetās, muy asombrados, le ofrecieron reverencias postrándose a los pies de loto del señor.
SIGNIFICADO: La palabra vibudhānugaiḥ indica que el Señor Śiva siempre está acompañado por los habitantes de los planetas superiores conocidos como gandharvas y kinnaras, que son muy diestros en la ciencia musical y que Le adoran constantemente. Por lo general, cuando aparece en ilustraciones, el color del Señor Śiva es blanco, pero aquí vemos que su piel no es exactamente blanca, sino del color del oro fundido, de un color amarillento brillante. Debido a su extraordinaria misericordia, el Señor Śiva recibe el nombre de Āśutoṣa. El Señor Śiva es, de todos los semidioses, aquel a quien pueden satisfacer incluso los hombres de más baja clase, pues lo único que necesitan es ofrecer reverencias y hojas del árbol de bel. Por esa razón, su nombre es Āśutoṣa, que significa que se le complace con facilidad.
Generalmente, los que sienten mucha atracción por la prosperidad material acuden al Señor Śiva en busca de esa bendición. El señor, que es muy misericordioso, concede rápidamente todas las bendiciones que el devoto le pida. Los demonios se aprovechan de esa magnanimidad y a veces reciben del Señor Śiva bendiciones que pueden ser muy peligrosas para otros. Vṛkāsura, por ejemplo, recibió del Señor Śiva la bendición de poder matar a todo aquel al que tocase en la cabeza. Aunque el Señor Śiva a veces es muy liberal en conceder esas bendiciones a sus devotos, el problema está en que los demonios, que son muy astutos, a veces quieren hacer experimentos indebidos con esas bendiciones. Vṛkāsura, por ejemplo, después de recibir su bendición, trató de tocar la cabeza del Señor Śiva. Los devotos del Señor Viṣṇu, sin embargo, no desean esas bendiciones, y el Señor Viṣṇu no da a Sus devotos bendiciones que puedan ser causa de perturbación para la gente.