Text 1
nārada uvāca
itthaṁ purañjanaṁ sadhryag
vaśamānīya vibhramaiḥ
purañjanī mahārāja
reme ramayatī patim
nāradaḥ uvāca—Nārada dijo; ittham—de este modo; purañjanam—al rey Purañjana; sadhryak—completamente; vaśamānīya—poner bajo control; vibhramaiḥ—con sus encantos; purañjanī—la esposa del rey Purañjana; mahā-rāja—¡oh, rey!; reme—disfrutó; ramayatī—dar plena satisfacción; patim—a su esposo.
El gran sabio Nārada continuó: Mi querido rey, tras utilizar diversos medios para confundir a su esposo, y una vez que lo tuvo bajo su control, la esposa del rey Purañjana le dio todo tipo de satisfacciones y disfrutó con él de la vida sexual.
SIGNIFICADO: Después de cazar en el bosque, el rey Purañjana regresó al hogar, y tras reponerse con un baño y una buena comida, buscó a su esposa. Cuando la vio tendida en el duro suelo, como una víctima del menosprecio, muy mal vestida, se sintió muy apenado. Atraído por ella, estuvo disfrutando de su compañía. La entidad viviente también está ocupada en actividades pecaminosas en el mundo material. Esas actividades pecaminosas se pueden comparar a la cacería del rey Purañjana en el bosque.
Una vida de pecado puede contrarrestarse por medio de diversos procesos de religión, como yajña, vrata y dāna, es decir, la celebración de sacrificios, la aceptación de votos relacionados con rituales religiosos, y la caridad. Con esos métodos podemos liberarnos de las reacciones de la vida pecaminosa y, al mismo tiempo, despertar nuestro estado original de conciencia de Kṛṣṇa. Al regresar a casa, bañarse, comer buenos alimentos, refrescarse y buscar a su esposa, el rey Purañjana recobró su buena conciencia en cuanto a la vida familiar. En otras palabras, una vida familiar regulada según los mandamientos védicos es mejor que una vida irresponsable de pecado. Si los esposos son conscientes de Kṛṣṇa y conviven en paz, la vida matrimonial será muy buena. Sin embargo, cuando el esposo siente demasiada atracción por la esposa y olvida su deber en la vida, las complicaciones de la vida materialista vuelven a manifestarse. Por esa razón, el consejo de Śrīla Rūpa Gosvāmī es anāsaktasya viṣayān (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.255). Los esposos, sin apego por la vida sexual, pueden vivir juntos para avanzar en la vida espiritual. El esposo debe ocuparse en servicio devocional, y la esposa debe ser fiel y religiosa, conforme a los mandamientos védicos. Una combinación así es muy buena. Sin embargo, cuando el esposo siente demasiada atracción sexual por la esposa, se encuentran en una posición muy peligrosa. Las mujeres, en general, están muy predispuestas a la vida sexual. De hecho, se dice que el deseo sexual de la mujer es nueve veces más fuerte que el del hombre. Por esa razón, el hombre tiene el deber de mantener a la mujer bajo control y satisfacerla, regalarle ornamentos, buenos alimentos y ropas de calidad, y ocuparla en actividades religiosas. Por supuesto, la mujer ha de tener algunos hijos; de esa forma no perturbará al hombre. Si, por desdicha, el hombre ve a la mujer como un objeto para el disfrute sexual, la vida familiar se convierte en algo abominable.
El gran político Cāṇakya Paṇḍita ha dicho: bhāryā rūpavatī śatruḥ: Una esposa hermosa es un enemigo. Por supuesto, al esposo, su mujer siempre le parece muy hermosa. Para otros quizá no lo sea, pero al esposo, que se siente muy atraído a ella, siempre le parece muy hermosa. Cuando eso ocurre, es señal de que siente demasiada atracción por ella. Esa atracción es la atracción de la vida sexual. El mundo entero está cautivado por la influencia de dos modalidades de la naturaleza material, rajo-guṇa y tamo-guṇa, la pasión y la ignorancia. Por lo general, las mujeres son muy apasionadas y poco inteligentes; por tanto, el hombre debe hacer lo que sea necesario para no dejarse controlar por la pasión y la ignorancia de las mujeres. Con la práctica de bhakti-yoga, servicio devocional, el hombre puede elevarse al plano de la bondad. Si el esposo, situado en la modalidad de la bondad, puede dominar a su esposa, que está bajo la influencia de la pasión y de la ignorancia, la mujer se beneficia de ello. Olvidando su inclinación natural por la pasión y la ignorancia, será obediente y fiel a su esposo, que está situado en el plano de la bondad. Una vida así es muy auspiciosa. En esa situación, las inteligencias del hombre y de la mujer colaboran con gran armonía, y ambos pueden emprender un sendero de progresos hacia la iluminación espiritual. De lo contrario, el esposo que cae bajo el dominio de la esposa sacrifica su cualidad de la bondad y se somete a las cualidades de la pasión y la ignorancia. Entonces, toda la situación se contamina.
La conclusión es que la vida de casado es mejor que una vida pecaminosa e irresponsable. Sin embargo, cuando el esposo se subordina a la esposa en la vida familiar, el enredo en la vida materialista se manifiesta con nueva fuerza; eso acentúa el cautiverio material del hombre. Por esa razón, en el sistema védico se aconseja al esposo que, al llegar a determinada edad, abandone la vida de familia y pase a las etapas de vānaprastha y sannyāsa.