Text 20
sa vai bhavāḻ loka-nirīkṣaṇārtham
avyakta-liṅgo vicaraty api svit
yogeśvarāṇāṁ gatim andha-buddhiḥ
kathaṁ vicakṣīta gṛhānubandhaḥ
saḥ—esa Suprema Personalidad de Dios, o Su encarnación, Kapiladeva; vai—en verdad; bhavān—Tu Gracia; loka-nirīkṣaṇa-artham—simplemente para estudiar las costumbres de la gente del mundo; avyakta-liṅgaḥ—sin manifestar tu verdadera identidad; vicarati—viajas por el mundo; api svit—si; yoga-īśvarāṇām—de todos los yogīs avanzados; gatim—las características o el verdadero comportamiento; andha-buddhiḥ—que están bajo la influencia de la ilusión y son ciegos en cuanto a conocimiento espiritual; katham—cómo; vicakṣīta—puedo saber; gṛha-anubandhaḥ—yo, que estoy atado por el apego a la vida familiar, la vida mundana.
¿No es cierto que tú eres el representante directo de Kapiladeva, la encarnación de la Suprema Personalidad de Dios? Has aparentado ser un sordomudo para examinar a la gente y ver quién realmente es un ser humano y quién no lo es. ¿No es esa tu actividad sobre la superficie de la Tierra? Yo estoy muy apegado a la vida familiar y a las actividades mundanas, y soy ciego en cuanto a conocimiento espiritual. Aun así, ahora me encuentro ante ti con el deseo de que me ilumines. ¿Cómo puedo avanzar en la vida espiritual?
SIGNIFICADO: Mahārāja Rahūgaṇa estaba haciendo el papel de rey, pero Jaḍa Bharata le había informado de que no era rey, y de que él, Jaḍa Bharata, no era un sordomudo. Esas identificaciones no eran más que cubiertas del alma espiritual. Todo el mundo debe adquirir ese conocimiento. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (2.13): dehino ’smin yathā dehe. Todos estamos encerrados en el cuerpo, y como el cuerpo jamás es lo mismo que el alma, las actividades del cuerpo son ilusorias. Al relacionarse con un sādhu de la talla de Jaḍa Bharata, Mahārāja Rahūgaṇa cobró conciencia de que sus actividades como autoridad monárquica eran simples fenómenos ilusorios. Por eso consintió en que Jaḍa Bharata le impartiese conocimiento; ese fue el comienzo de su perfección. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet. Una persona como Mahārāja Rahūgaṇa, con un profundo deseo de conocer el valor de la vida y la ciencia espiritual, debe acudir a una personalidad como Jaḍa Bharata. Tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam (Bhāg. 11.3.21). Debemos acudir a un guru como Jaḍa Bharata, un representante de la Suprema Personalidad de Dios, y preguntarle acerca del objetivo de la vida humana.