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Text 21

yā tasya te pāda-saroruhārhaṇaṁ
nikāmayet sākhila-kāma-lampaṭā
tad eva rāsīpsitam īpsito ’rcito
yad-bhagna-yācñā bhagavan pratapyate


yā—una mujer que; tasya—de Él; te—de Ti; pāda-saroruha—de los pies de loto; arhaṇam—la adoración; nikāmayet—desea completamente; sā—esa mujer; akhila-kāma-lampaṭā—aunque alimenta todo tipo de deseos materiales; tat—eso; eva—solamente; rāsi—Tú concedes; īpsitam—alguna otra bendición que se desee; īpsitaḥ—que se busca; arcitaḥ—adorados; yat—de lo cual; bhagna-yācñā—aquel que desea otros objetos aparte de Tus pies de loto, y que, de ese modo, acaba con el corazón roto;bhagavan—¡oh, mi Señor!; pratapyate—sufre.


Mi querido Señor, Tú satisfaces de inmediato todos los deseos de la mujer que adora Tus pies de loto con amor puro. Cuando, sin embargo, los adora con un propósito en mente, también se los satisfaces, pero al final acaba con el corazón destrozado y lamentándose. No hay, por lo tanto, necesidad de adorar Tus pies de loto para obtener beneficios materiales.


SIGNIFICADO: Śrīla Rūpa Gosvāmī describe el servicio devocional puro con las palabras anyābhilāṣitā-śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam: No debemos adorar a la Suprema Personalidad de Dios deseando que nos conceda algún resultado material de las actividades fruitivas o la especulación mental. Servir los pies de loto del Señor significa servirle a Él del modo que Él desee. Por esa razón, al devoto neófito se le ordena que adore al Señor siguiendo estrictamente los principios regulativos enunciados por el maestro espiritual y los śāstras. Quien desempeñe servicio devocional de este modo se irá apegando a Kṛṣṇa, y poco a poco, cuando su amor original latente por el Señor se manifieste, le servirá de modo espontáneo y sin ninguna motivación. Ese estado es la situación perfecta en nuestra relación con el Señor. El Señor, entonces, vela por la comodidad y seguridad de Su devoto sin que este se lo pida. En el Bhagavad-gītā (9.22), Kṛṣṇa promete:

ananyāś cintayanto māṁ
ye janāḥ paryupāsate
teṣāṁ nityābhiyuktānāṁ
yoga-kṣemaṁ vahāmy aham


Cuando alguien se consagra por completo al servicio devocional del Señor Supremo, Él le cuida personalmente. Él protege todas sus posesiones, y le abastece de todo lo que necesita. ¿Por qué, entonces, molestar al Señor pidiendo cosas materiales? No hay necesidad de esas oraciones.


Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura explica que, si un devoto desea que el Señor le satisfaga algún deseo concreto, no por ello se le debe considerar sakāma-bhakta (devoto con motivaciones personales). En el Bhagavad-gītā (7.16), Kṛṣṇa dice:

catur-vidhā bhajante māṁ
janāḥ sukṛtino ’rjuna
ārto jijñāsur arthārthī
jñānī ca bharatarṣabha


«¡Oh, tú, el mejor de los Bharatas [Arjuna]!, cuatro clases de hombres piadosos comienzan a ofrecerme servicio devocional: el afligido, el que desea riquezas, el inquisitivo, y el que busca conocimiento acerca del Absoluto». El ārta y el arthārthī, que acuden a la Suprema Personalidad de Dios para que les libere del sufrimiento o en busca de dinero, no son sakāma-bhaktas, aunque quizá lo parezcan. Como devotos neófitos, son simplemente ignorantes. Más adelante, en el Bhagavad-gītā, el Señor dice: udārāḥ sarva evaite: Todos ellos son magnánimos (udārāḥ). Al principio el devoto puede abrigar algún deseo personal, pero con el paso del tiempo ese deseo desaparecerá. Por eso el Śrīmad-Bhāgavatam afirma:

akāmaḥ sarva-kāmo vā
mokṣa-kāma udāra-dhīḥ
tīvreṇa bhakti-yogena
yajeta puruṣaṁ param


«La persona de inteligencia amplia, tanto si está llena de deseos materiales, como si está libre de ellos, o desea la liberación, debe adorar por todos los medios al todo supremo, la Personalidad de Dios» (Bhāg. 2.3.10).


Incluso quien desee algo material debe orar por la satisfacción de su deseo única y exclusivamente al Señor. A quien acude a un semidiós en busca de la satisfacción de los deseos se le considera naṣṭa-buddhi, es decir, carente por completo de buen juicio. En el Bhagavad-gītā (7.20), Kṛṣṇa dice:

kāmais tais tair hṛta-jñānāḥ
prapadyante ’nya-devatāḥ
taṁ taṁ niyamam āsthāya
prakṛtyā niyatāḥ svayā


«Aquellos cuya inteligencia les ha sido robada por los deseos materiales se entregan a los semidioses y siguen las reglas y regulaciones de adoración específicas que corresponden a su naturaleza».


A los devotos que acuden al Señor con deseos materiales, Lakṣmīdevī, según su propia experiencia práctica, les recuerda que el Señor es Kāmadeva, de modo que no hay necesidad de pedirle nada material. Dice también que lo único que debe hacer todo el mundo es servir al Señor sin ninguna motivación personal. La Suprema Personalidad de Dios está en el corazón de todos, y conoce nuestros pensamientos. Con el tiempo, Él satisfará todos los deseos. Por lo tanto, dependamos por completo del servicio del Señor sin molestarle con nuestras peticiones materiales.

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