Text 39
pramathya daityaṁ prativāraṇaṁ mṛdhe
yo māṁ rasāyā jagad-ādi-sūkaraḥ
kṛtvāgra-daṁṣṭre niragād udanvataḥ
krīḍann ivebhaḥ praṇatāsmi taṁ vibhum iti
pramathya—después de matar; daityam—al demonio; prativāraṇam—al formidable adversario; mṛdhe—en la lucha; yaḥ—Aquel que; mām—a mí (la Tierra); rasāyāḥ—caída en el fondo del universo; jagat—en el mundo material; ādi-sūkaraḥ—la forma del jabalí original; kṛtvā—sosteniendo; agra-daṁṣṭre—en la punta del colmillo; niragāt—salí del agua; udanvataḥ—del océanoGarbhodaka; krīḍan—jugando; iva—como; ibhaḥ—elefante; praṇatā asmi—me postro; tam—a Él; vibhum—el Señor Supremo;iti—así.
Mi Señor, en Tu forma de jabalí, el jabalí original del universo, luchaste contra el gran demonio Hiraṇyakṣa y lo mataste. Después, con la punta de Tu colmillo, me sacaste [a la Tierra] del océano Garbhodaka, del mismo modo que un elefante, jugando, recoge del agua una flor de loto. Ante Ti me postro.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo decimoctavo del Canto Quinto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Los habitantes de Jambūdvīpa ofrecen oraciones al Señor».