Text 9
svasty astu viśvasya khalaḥ prasīdatāṁ
dhyāyantu bhūtāni śivaṁ mitho dhiyā
manaś ca bhadraṁ bhajatād adhokṣaje
āveśyatāṁ no matir apy ahaitukī
svasti—lo auspicioso; astu—que sea; viśvasya—del universo entero; khalaḥ—los envidiosos (prácticamente todos); prasīdatām—que se apacigüen; dhyāyantu—que consideren; bhūtāni—todas las entidades vivientes; śivam—lo auspicioso; mithaḥ—mutuo;dhiyā—con la inteligencia; manaḥ—la mente; ca—y; bhadram—calma; bhajatāt—que experimenten; adhokṣaje—en la Suprema Personalidad de Dios, que está más allá de la percepción de la mente, la inteligencia y los sentidos; āveśyatām—que se absorba;naḥ—nuestra; matiḥ—inteligencia; api—en verdad; ahaitukī—sin ninguna motivación.
Que la buena fortuna reine en todo el universo, y que todas las personas envidiosas se apacigüen. Que todas las entidades vivientes encuentren la paz mediante la práctica del bhakti-yoga, pues el servicio devocional hará que piensen siempre en el bienestar de los demás. Ocupémonos todos en el servicio del Señor Śrī Kṛṣṇa, la realidad trascendental suprema, y permanezcamos siempre absortos en pensar en Él.
SIGNIFICADO: El siguiente verrso describe al vaiṣṇava:
vāñchā-kalpa-tarubhyaś ca
kṛpā-sindhubhya eva ca
patitānāṁ pāvanebhyo
vaiṣṇavebhyo namo namaḥ
Como un árbol de deseos, el vaiṣṇava puede satisfacer todos los deseosde todo el que se refugie en sus pies de loto. Prahlāda Mahārāja, como buen vaiṣṇava, no ora por él mismo, sino por todas las entidades vivientes, tanto las que son nobles como las envidiosas y malvadas. Él siempre pensó en el bien de las personas malvadas como su padre, Hiraṇyakaśipu. Prahlāda Mahārāja no pidió nada para él mismo; al contrario, oró al Señor pidiéndole que perdonase a su demoníaco padre. Esa es la actitud del vaiṣṇava,que siempre piensa en el bien del universo entero.
El Śrīmad-Bhāgavatam y el bhāgavata-dharma son para personas completamente libres de la envidia (parama-nirmatsarāṇām). Por esa razón, Prahlāda Mahārāja en este verso ora con las palabras khalaḥ prasīdatām: «Que todas las personas envidiosas se apacigüen». El mundo material está lleno de personas envidiosas, pero la persona que se libera de la envidia actúa con generosidad en sus relaciones sociales, y puede pensar en el bien de los demás. Todo aquel que emprende el proceso de la conciencia de Kṛṣṇa y se dedica enteramente al servicio del Señor limpia por completo su mento de todo rastro de envidia (manaś ca bhadraṁ bhajatād adhokṣaje). Por lo tanto, debemos orar al Señor Nṛsiṁhadeva pidiéndole que Se establezca en nuestro corazón. Debemos pedirle: bahir nṛsiṁho hṛdaye nṛsiṁhaḥ: «Que el Señor Nṛsiṁhadeva se establezca en lo profundo de mi corazón, matando todas mis tendencias negativas. Que mi mente se purifique, de manera que yo pueda adorar pacíficamente al Señor y llevar la paz al mundo entero».
Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura nos ha dejado un maravilloso comentario al respecto. Cuando ofrecemos oraciones a la Suprema Personalidad de Dios, siempre Le pedimos alguna bendición. Incluso los devotos puros (niṣkāma) oran pidiendo alguna bendición, como el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu nos enseña en Su Śikṣāṣṭaka:
ayi nanda-tanuja kiṅkaraṁ
patitaṁ māṁ viṣame bhavāmbudhau
kṛpayā tava pāda-paṅkaja-
sthita-dhūlī-sadṛśaṁ vicintaya
«¡Oh, hijo de Mahārāja Nanda [Kṛṣṇa]!, yo soy Tu sirviente eterno, pero, de una u otra forma, he caído en el océano del nacimiento y la muerte. Por favor, sácame de este océano de muerte y sitúame como uno de los átomos de Tus pies de loto». En otra oración el Señor Caitanya dice: mama janmani janmanīśvare bhavatād bhaktir ahaitukī tvayi: por favor, permíteme tener amor y devoción puros por los pies de loto de Tu Señoría vida tras vida». Prahlāda Mahārāja, cuando canta oṁ namo bhagavate narasiṁhāya, está orando por una bendición al Señor; pero como él además es un vaiṣṇava excelso, no desea nada para complacer sus propios sentidos. El primer deseo que expresó en su oración es svasty astu viśvasya: «Que la buena fortuna reine en todo el universo». Con esas palabras, Prahlāda Mahārāja rogó al Señor que fuese misericordioso con todos, incluso con su padre, que era una persona de lo más envidiosa. Cāṇakya Paṇḍita dice que hay dos tipos de entidades vivientes envidiosas: una es la serpiente, y la otra son los hombres como Hiraṇyakaśipu, que por naturaleza sienten envidia de todo el mundo, incluso de sus propios padres o hijos. Hiraṇyakaśipu estaba envidioso del niño Prahlāda, su hijo; aún así, Prahlāda Mahārāja pidió una bendición para beneficio de su padre. Hiraṇyakaśipu estaba muy envidioso de los devotos, pero Prahlāda deseó que, por la gracia del Señor, su padre y otros demonios como él abandonasen su naturaleza envidiosa y dejasen de perseguir a los devotos (khalaḥ prasīdatām). Lo difícil es que esa entidad viviente envidiosa (khala) rara vez se apacigua. Un tipo de khala, la serpiente, puede calmarse mediante mantras o por la acción de una determinada hierba (mantrauṣadhi-vaśaḥ sarpaḥ khalakena nivāryate). A la persona envidiosa, sin embargo, no se la puede calmar de ningún modo. Por lo tanto, Prahlāda Mahārāja ora pidiendo que el corazón de las personas envidiosas cambie, de manera que puedan pensar en el bien de los demás.
Si el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa se difunde por todo el mundo, y si, por la gracia de Kṛṣṇa, todo el mundo lo acepta, la mentalidad de los envidiosos cambiará. Todo el mundo pensará en el bienestar de los demás. Por esa razón, Prahlāda Mahārāja ora:śivaṁ mitho dhiyā. En el ámbito de las actividades materiales, todo el mundo siente envidia de los demás, pero en un ámbito consciente de Kṛṣṇa, nadie siente envidia de nadie; todo el mundo piensa en el bien de los demás. Por consiguiente, Prahlada Mahārāja ora pidiendo que todas las mentes se vuelvan hacia el bien absorbiéndose en los pies de loto de Kṛṣṇa (bhajatād adhokṣaje). Como se indica en otro pasaje del Śrīmad-Bhāgavatam (sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayoḥ), y como el Señor Kṛṣṇa aconseja en el Bhagavad-gītā (18.65): man-manā bhava mad-bhaktaḥ, debemos pensar constantemente en los pies de loto del Señor Kṛṣṇa. Entonces nuestra mente, sin duda, se purificará (ceto-darpaṇa-mārjanam). Los materialistas siempre piensan en complacer los sentidos, pero Prahlāda Mahārāja ora pidiendo que, por la misericordia del Señor, cambien de actitud y dejen de pensar en la complacencia de los sentidos. Si piensan siempre en Kṛṣṇa, todo irá bien. Algunas personas presentan el argumento de que, si todos pensasen en Kṛṣṇa de ese modo, el universo acabaría vaciándose, porque todo el mundo iría de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, sin embargo, dice que eso es imposible, porque hay infinitas entidades vivientes. Si el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa liberase de hecho a todas las entidades vivientes del universo, éstan serían sustituidas de inmediato por una población semejante.