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CAPÍTULO 3


Advenimiento de Ṛṣabhadeva en el vientre de Merudevī, esposa del rey Nābhi


En este capítulo se describe la inmaculada personalidad del rey Nābhi, el primogénito de Āgnīdhra. Deseando tener hijos, Mahārāja Nābhi se sometió a rigurosas austeridades y penitencias. Él y su esposa ejecutaron muchos sacrificios y adoraron al Señor Viṣṇu, amo y señor de todo sacrificio. La Suprema Personalidad de Dios, que es muy bondadoso con Sus devotos, Se sintió muy complacido con las austeridades de Mahārāja Nābhi, y apareció en persona ante el rey en Su forma de cuatro brazos. Los sacerdotes que celebraban los sacrificios Le ofrecieron oraciones. Oraron pidiendo un hijo como el Señor, y el Señor Viṣṇu consintió en nacer en el vientre de Merudevī, la esposa del rey Nābhi, y encarnarse en la forma del rey Ṛṣabhadeva.

Text 1:
Śukadeva Gosvāmī continuó diciendo: Con el deseo de tener hijos, Mahārāja Nābhi, el hijo de Āgnīdhra, comenzó a ofrecer oraciones y a adorar con gran atención a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Viṣṇu, amo y disfrutador de todo sacrificio. La esposa de Mahārāja Nābhi, Merudevī, que por entonces no había tenido ningún hijo, adoró al Señor Viṣṇu junto con su esposo.

Text 2:
Cuando se celebra un sacrificio, hay siete procesos trascendentales para obtener la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios: (1) ofrecer en sacrificio comestibles u objetos de valor, (2) actuar en función del lugar, (3) actuar en función del momento, (4) ofrecer himnos, (5) actuar por intermedio de los sacerdotes, (6) ofrecer regalos a los sacerdotes, y (7) observar los principios regulativos. Sin embargo, aun con todos esos elementos, no siempre se puede obtener al Señor Supremo. No obstante, Él siente afecto por Su devoto; por esa razón, la bondadosa Suprema Personalidad de Dios apareció ante el devoto Mahārāja Nābhi en Su inconquistable y cautivadora forma de cuatro brazos cuando el rey, con gran fe y devoción, adoraba y ofrecía oraciones al Señor con una mente pura y libre de contaminación, mientras externamente celebraba un yajña en la línea de pravargya. Para satisfacer el deseo de Su devoto, la Suprema Personalidad de Dios Se manifestó ante él con Su hermoso cuerpo, que complace la mente y los ojos de los devotos.

Text 3:
El Señor Viṣṇu apareció ante el rey Nābhi en una forma de cuatro brazos. Era muy brillante, y obviamente estaba por encima de todos los demás seres. Una prenda de seda amarilla vestía la parte inferior de Su cuerpo. En el pecho llevaba la marca deŚrīvatsa, que siempre irradia belleza. Además de la caracola, la flor de loto, el disco y la maza, llevaba la joya Kaustubha y un collar de flores silvestres. Estaba hermosamente adornado con un yelmo, aretes, ajorcas, un cinturón, un collar de perlas, brazaletes, campanitas tobilleras, y otras alhajas realzadas con gemas resplandecientes. Al ver al Señor ante ellos, el rey Nābhi, sus sacerdotes y los demás acompañantes se sintieron como gente pobre que inesperadamente obtiene una gran riqueza. Para recibir al Señor, inclinaron sus cabezas con respeto y Lo adoraron ofreciéndole diversos artículos.

Texts 4-5:
Los sacerdotes ofrecieron oraciones al Señor diciendo: ¡Oh, Tú, que eres el objeto supremo de adoración!, nosotros solo somos Tus sirvientes. Tú gozas de plenitud en Ti mismo, pero, por Tu misericordia sin causa, ten la bondad de aceptar de nosotros, Tus sirvientes eternos, un pequeño servicio. En realidad, no somos conscientes de Tu forma trascendental, y lo único que podemos hacer es ofrecerte una y otra vez respetuosas reverencias, siguiendo las instrucciones de las Escrituras védicas y de los ācāryas autorizados. Las entidades vivientes materialistas sienten gran atracción por las modalidades de la naturaleza material, y debido a ello, nunca alcanzan la perfección, pero Tú estás por encima de la jurisdicción de todos los conceptos materiales. Tu nombre, Tu forma y Tus cualidades son trascendentales, y están fuera del alcance del conocimiento experimental. En efecto, pues ¿quién puede concebirte? En el mundo material solo podemos percibir nombres y cualidades materiales. Lo único que está en nuestras manos es ofrecerte respetuosas reverencias y oraciones a Ti, la persona trascendental. El canto de Tus auspiciosas cualidades trascendentales borrará los pecados de toda la humanidad. Esa es la actividad más auspiciosa para nosotros; de ese modo podemos entender parcialmente Tu posición sobrenatural.

Text 6:
¡Oh, Señor Supremo!, Tú gozas de plenitud en todo aspecto. Ciertamente, Tú estás muy satisfecho cuando Tus devotos Te ofrecen oraciones con la voz entrecortada, y, llenos de éxtasis, Te traen hojas de tulasī, agua, ramitas con hojas tiernas, y brotes de hierba fresca. Sin duda alguna, eso Te satisface.

Text 7:
Te hemos ofrecido muchos artículos de adoración, y hemos celebrado sacrificios para Ti, pero pensamos que para complacer a Tu Señoría no se necesitan tantos preparativos.

Text 8:
Todas las opulencias y todos aquellos objetivos a que los hombres aspiran en la vida aumentan en Ti a cada instante y sin cesar, de modo directo, autosuficiente e ilimitado. En verdad, Tú eres el disfrute ilimitado y la existencia bienaventurada en sí misma. En lo que a nosotros se refiere, ¡oh, Señor!, siempre estamos buscando el disfrute material. Tú no necesitas todas esas formalidades y sacrificios; somos nosotros quienes las necesitamos para poder recibir la bendición de Tu Señoría. El objeto de esos sacrificios son los resultados fruitivos de que nosotros mismos nos beneficiamos; Tú, en realidad, no los necesitas.

Text 9:
¡Oh, Señor de señores!, con respecto a la puesta en práctica del proceso de liberación —dharma, artha, kāma y mokṣa—, somos unos perfectos ignorantes, pues en realidad no conocemos el objetivo de la vida. Tú has aparecido personalmente ante nosotros como una persona que solicita adoración, pero en realidad si estás aquí es tan solo para que podamos verte. Por Tu gran misericordia sin causa, has venido para ayudarnos a lograr nuestro objetivo, nuestro verdadero interés, y para darnos el beneficio de Tu gloria personal, que recibe el nombre de apavarga, liberación. Has venido, a pesar de que nosotros, por ignorancia, no Te hemos adorado debidamente.

Text 10:
¡Oh, Tú, el más adorable de los seres!, Tú eres el mejor de todos los benefactores, y has aparecido en el recinto del sacrificio del santo rey Nābhi para bendecirnos. Te hemos visto; con ello, nos has concedido la más valiosa de las bendiciones.

Text 11:
Querido Señor, los grandes sabios, que son personas santas y reflexivas, describen sin cesar Tus cualidades espirituales. Las impurezas que han quemado ya esos sabios son ilimitadas, y, con el fuego del conocimiento, fortalecen su desapego del mundo material. De este modo, han obtenido Tus cualidades y están satisfechos en sí mismos. Aun así, Tu presencia es muy poco frecuente incluso entre aquellos que sienten felicidad espiritual al cantar Tus atributos.

Text 12:
Querido Señor, es muy posible que a la hora de morir, cuando la fiebre es muy alta, nos falle la voz, y que el hambre, las caídas, los bostezos y los miserables sufrimientos de la enfermedad nos impidan recordar Tu nombre, Tu forma y Tus cualidades. Por eso Te oramos, ¡oh, Señor!, pues Tú eres siempre muy afectuoso con Tus devotos. Por favor, ayúdanos a recordarte y a alabar Tus santos nombres, atributos y actividades, que pueden disipar todas las reacciones de nuestras vidas pecaminosas.

Text 13:
Querido Señor, he aquí al gran rey Nābhi, cuyo objetivo supremo en la vida es tener un hijo como Tú. Tu Señoría, su posición es como la de quien se dirige a un hombre muy rico para pedirle un puñado de arroz. Mahārāja Nābhi siente un deseo tan grande de tener un hijo que Te está adorando para pedírtelo, aunque Tú puedes ofrecerle la posición más excelsa, incluso la elevación a los planetas celestiales y la liberación, el regreso a Dios.

Text 14:
Querido Señor, si no adoramos los pies de loto de los grandes devotos, la energía ilusoria nos derrotará, y nuestra inteligencia se verá confundida. En efecto, ¿quién no ha sido arrastrado por las olas del disfrute material, que son como veneno? Tu energía ilusoria es insuperable. Nadie puede ver el curso que sigue la energía material, o decir cómo actúa.

Text 15:
¡Oh, Señor!, Tú llevas a cabo muchas actividades maravillosas. Hemos celebrado este sacrificio con la única intención de lograr un hijo; así pues, nuestra inteligencia no es muy aguda. Nos falta experiencia para determinar el objetivo de la vida. Al invitarte a este insignificante sacrificio con motivos materiales, hemos cometido, sin duda alguna, una gran ofensa a Tus pies de loto. Por eso, ¡oh, Señor de señores!, apelamos a Tu misericordia sin causa y a Tu mente ecuánime para que perdones nuestra ofensa.

Text 16:
Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: Los sacerdotes, a quienes había adorado el propio Mahārāja Nābhi, emperador de Bhārata-varṣa, ofrecieron oraciones en prosa [por lo general, se empleaba el verso], y se postraron a los pies de loto del Señor. El Señor de señores, el gobernante de los semidioses, Se sintió muy complacido con ellos, y les habló de la siguiente manera.

Text 17:
La Suprema Personalidad de Dios contestó: ¡Oh, grandes sabios!, estoy verdaderamente complacido con sus oraciones. Hablan diciendo la verdad. Han orado pidiendo la bendición de que el rey Nābhi tenga un hijo como Yo, pero eso es muy difícil de obtener. Yo soy la Persona Suprema, aquel que no tiene igual; debido a ello, no es posible encontrar otra personalidad que sea como Yo. En todo caso, ustedes son brāhmaṇas cualificados; por lo tanto, sus palabras nunca deben resultar falsas. Para Mí, los brāhmaṇas bien dotados de cualidades brahmínicas son como Mi propia boca.

Text 18:
Como no puedo encontrar a nadie igual a Mí, Me expandiré personalmente en una porción plenaria, y de ese modo Yo mismo descenderé al vientre de Merudevī, la esposa de Mahārāja Nābhi, el hijo de Āgnīdhra.

Text 19:
Śukadeva Gosvāmī continuó: Tras decir esto, el Señor desapareció. La esposa del rey Nābhi, la reina Merudevī, que estaba sentada al lado de su esposo, pudo escuchar todo lo que el Señor Supremo había dicho.

Text 20:
¡Oh, Viṣṇudatta, Parīkṣit Mahārāja!, la Suprema Personalidad de Dios estaba complacido con los grandes sabios que celebraban aquel sacrificio. Por esa razón, el Señor decidió satisfacer el deseo de Mahārāja Nābhi, y al mismo tiempo, mostrar personalmente el método para la puesta en práctica de los principios religiosos [que siguen los brahmacārīs, sannyāsīs, vānaprasthas y gṛhasthas dedicados a la celebración de rituales]. Por consiguiente, apareció como hijo de Merudevī en Su forma espiritual original, que está por encima de las modalidades de la naturaleza material.

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