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Text 14

ko vā iha te ’parājito ’parājitayā māyayānavasita-padavyānāvṛta-matir viṣaya-viṣa-rayānāvṛta-prakṛtir anupāsita-mahac-caraṇaḥ.



kaḥ vā—cuál es la persona que; iha—en el mundo material; te—de Tu Señoría; aparājitaḥ—no conquistada; aparājitayā—por la inconquistable; māyayā—energía ilusoria; anavasita-padavya—cuyo sendero no se puede averiguar; anāvṛta-matiḥ—cuya inteligencia no está confundida; viṣaya-viṣa—del disfrute material, que es como veneno; raya—por el curso; anāvṛta—no cubierta; prakṛtiḥ—cuya naturaleza; anupāsita—sin adorar; mahat-caraṇaḥ—los pies de loto de los grandes devotos.


Querido Señor, si no adoramos los pies de loto de los grandes devotos, la energía ilusoria nos derrotará, y nuestra inteligencia se verá confundida. En efecto, ¿quién no ha sido arrastrado por las olas del disfrute material, que son como veneno? Tu energía ilusoria es insuperable. Nadie puede ver el curso que sigue la energía material, o decir cómo actúa.


SIGNIFICADO: Mahārāja Nābhi se sentía inclinado a la celebración de grandes sacrificios para tener un hijo. Puede que se tratara de un hijo semejante a la Suprema Personalidad de Dios, pero todo deseo material, tanto si es grande como si es insignificante, viene determinado por la influencia de māyā. El devoto no desea absolutamente nada para complacer los sentidos. Por eso se explica que la devoción está libre de deseos materiales (anyābhilāṣitā-śūnya). Todo el mundo está sometido a la influencia de māyā, enredado en todo tipo de deseos materiales, y Mahārāja Nābhi no era una excepción. De la influencia de māyā podemos liberarnos cuando nos ocupamos en servir a los grandes devotos (mahac-caraṇa-sevā). Sin adorar los pies de loto de un gran devoto, no podemos liberarnos de la influencia de māyā. Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura, por consiguiente, dice: chāḍiyā vaiṣṇava-sevā nistāra pāyeche kebā: «¿Quién se ha liberado de las garras de māyā sin servir los pies de loto de un vaiṣṇava?». Māyā es aparājita, y su influencia también es aparājita. Como se confirma en elBhagavad-gītā (7.14):

daivī hy eṣā guṇa-mayī
mama māyā duratyayā


«Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar».


Solo el devoto puede superar la gran influencia de māyā. A Mahārāja Nābhi no se le puede reprochar que deseara tener un hijo. Quería un hijo que fuera como la Suprema Personalidad de Dios, que es el mejor de todos los hijos. Debido al contacto con el devoto del Señor, los deseos de opulencia material desaparecen. Esto se confirma en el Caitanya-caritāmṛta(Madhya 22.54):

‘sādhu-saṅga’, ‘sādhu-saṅga’ sarva-śāstre kaya
lava-mātra sādhu-saṅge sarva-siddhi haya


Y en Madhya 22.51:

mahat-kṛpā vinā kona karme ‘bhakti’ naya
kṛṣṇa-bhakti dūre rahu, saṁsāra nahe kṣaya


La persona que es sincera en su deseo de escapar de la influencia de māyā y regresar al hogar, de vuelta a Dios, debe relacionarse con un sādhu (devoto). Ese es el veredicto de todas las Escrituras. Un breve instante de relación con un devoto nos permite liberarnos de las garras de māyā. Sin la misericordia del devoto puro, no existe ninguna manera de obtener la liberación. En verdad, para obtener el servicio amoroso del Señor, es necesaria la relación con un devoto puro. Sin sādhu-saṅga, sin la bendición de un gran devoto, no podemos liberarnos de las garras de māyā. En el Śrīmad-Bhāgavatam(7.5.32), Prahlāda Mahārāja dice:

naiṣāṁ matis tāvad urukramāṅghriṁ
spṛśaty anarthāpagamo yad arthaḥ
mahīyasāṁ pāda-rajo-’bhiṣekaṁ
niṣkiñcanānāṁ na vṛṇīta yāvat


Sin ponerse el polvo de los pies de un gran devoto sobre la cabeza (pāda-rajo-’bhiṣekam), nadie puede llegar a ser un devoto puro del Señor. El devoto puro es niṣkiñcana, no tiene el deseo material de disfrutar del mundo material. Para obtener las cualidades de ese devoto puro, debemos refugiarnos en él. El devoto puro siempre está libre de las garras de māyā y de su influencia.

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