Text 14
paro-rajaḥ savitur jāta-vedo
devasya bhargo manasedaṁ jajāna
suretasādaḥ punar āviśya caṣṭe
haṁsaṁ gṛdhrāṇaṁ nṛṣad-riṅgirām imaḥ
paraḥ-rajaḥ—más allá de la modalidad de la pasión (situado en el plano de la modalidad pura de la bondad); savituḥ—de aquel que ilumina todo el universo; jāta-vedaḥ—quien satisface todos los deseos del devoto; devasya—del Señor; bhargaḥ—la refulgencia personal; manasā—por el simple hecho de contemplar; idam—este universo; jajāna—creó; su-retasā—por medio de la potencia espiritual; adaḥ—en este mundo creado; punaḥ—de nuevo; āviśya—entrar; caṣṭe—ve o mantiene;haṁsam—a la entidad viviente; gṛdhrāṇam—que desea disfrute material; nṛṣat—a la inteligencia; riṅgirām—al que da movimiento; imaḥ—ofrezcamos reverencias.
«La Suprema Personalidad de Dios está situado en el plano de la bondad pura. Él ilumina el universo entero y concede a Sus devotos toda bendición. El Señor ha creado este universo a partir de Su propia potencia espiritual. Conforme a Su deseo, ha entrado en él en la forma de Superalma, y por medio de Sus diversas potencias, está manteniendo a todas las entidades vivientes que desean el disfrute material. Ofrezcamos respetuosas reverencias al Señor que nos da la inteligencia».
SIGNIFICADO: La Deidad regente del Sol es otra expansión de Nārāyaṇa, que ilumina el universo entero. El Señor, en la forma de Superalma, entra en el corazón de todas las entidades vivientes, les da inteligencia, y satisface sus deseos materiales. Esto se confirma también en el Bhagavad-gītā: sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ: «Yo estoy en el corazón de todos» (Bg. 15.15).
En forma de Superalma, el Señor entra en el corazón de todas las entidades vivientes. Como afirma la Brahma-saṁhitā(5.35): aṇḍāntara-stha-paramāṇu-cayāntara-stham: «Él entra en el universo y también en el átomo». En el Ṛg Veda se adora a la Deidad regente del Sol con este mantra: dhyeyaḥ sadā savitṛ-maṇḍala-madhya-vartī nārāyaṇaḥ sarasijāsana-sanniviṣṭaḥ: Nārāyaṇa está en el interior del Sol sobre una flor de loto. Recitando este mantra, toda entidad viviente debe refugiarse en Nārāyaṇa en el momento en que sale el Sol. Según los científicos modernos, el mundo material tiene como fundamento la refulgencia del Sol. Debido a esa luz del Sol nos planetas giran y los vegetales crecen. También sabemos que la luz de la Luna ayuda a crecer a las plantas y las hierbas. En realidad es Nārāyaṇa, dentro del Sol, quien mantiene el universo entero, por eso se debe adorar a Nārāyaṇa mediante el mantra gāyatrī o el ṛg mantra.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo séptimo del Canto Quinto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Actividades del rey Bharata».