Text 2
pravṛtti-lakṣaṇaś caiva
traiguṇya-viṣayo mune
yo ’sāv alīna-prakṛter
guṇa-sargaḥ punaḥ punaḥ
pravṛtti—por inclinación; lakṣaṇaḥ—caracterizado; ca—también; eva—en verdad; trai-guṇya—la tres modalidades de la naturaleza; viṣayaḥ—teniendo por objetivos; mune—¡oh, gran sabio!; yaḥ—el cual; asau—esa; alīna-prakṛteḥ—del que no está libre de las garras de māyā; guṇa-sargaḥ—en las cuales se crean cuerpos materiales; punaḥ punaḥ—una y otra vez.
¡Oh, gran sabio Śukadeva Gosvāmī!, la entidad viviente, mientras no se libera de la infección de las modalidades materiales de la naturaleza, tiene que recibir distintos tipos de cuerpos en los que disfrutar o sufrir, y manifiesta diversas inclinaciones conforme al cuerpo que recibe. Cuando actúa en función de esas tendencias, recorre la senda denominada pravṛtti-mārga, que le permite elevarse hasta los planetas celestiales, como ya has explicado [en el Tercer Canto].
SIGNIFICADO: En el Bhagavad-gītā (9.25), el Señor Kṛṣṇa explica:
yānti deva-vratā devān
pitṝn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā
yānti mad-yājino ’pi mām
«Los que adoren a los semidioses nacerán entre los semidioses; los que adoren a los antepasados irán a los antepasados; losque adoren a los fantasmas y espíritus nacerán entre esos seres; y los que Me adoren a Mí vivirán conmigo». Debido a la influencia de las modalidades de la naturaleza material, las entidades vivientes tienen diversas tendencias o propensiones, que las capacitan para alcanzar destinos diversos. Mientras tengamos apegos materiales, desearemos elevarnos a los planetas celestiales, llevados por la atracción al mundo material. La Suprema Personalidad de Dios, sin embargo, declara: «Los que Me adoran a Mí, vienen a Mí». Cuando no tenemos información acerca del Señor Supremo y de Su morada, nos conformamos con elevarnos a una posición material superior; sin embargo, cuando llegamos a la conclusión de que el mundo material no puede ofrecernos más que una sucesión de nacimientos y muertes, tratamos de ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Quien alcanza ese destino, ya no tiene que regresar al mundo material (yad gatvā na nivartante tad dhāma paramaṁ mama). Esto lo expresa Śrī Caitanya Mahāprabhu en el Caitanya-caritāmṛta (Madhya 19.151):
brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva
guru-kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja
«Las entidades vivientes vagan por todo el universo conforme a su karma. Unas se elevan a los sistemas planetarios superiores, mientras otras descienden a los sistemas planetarios inferiores. De los muchos millones de entidades vivientes que vagan por el universo, solo la que es muy afortunada recibe, por la gracia de Kṛṣṇa, la oportunidad de relacionarse con un maestro espiritual genuino. Por la misericordia de Kṛṣṇa y del maestro espiritual, esa persona recibe la semilla de la enredadera del servicio devocional». Las entidades vivientes recorren todo el universo, yendo unas veces a los sistemas planetarios superiores, y otras a los planetas inferiores. Esa es la enfermedad material, que recibe el nombre de pravṛtti-mārga. La persona que se vuelve inteligente emprende la senda de nivṛtti-mārga, la senda de la liberación, y de ese modo, en lugar de recorrer una y otra vez el mundo material, va de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Eso es lo que hay que hacer.