Text 54
labdhvā nimittam avyaktaṁ
vyaktāvyaktaṁ bhavaty uta
yathā-yoni yathā-bījaṁ
svabhāvena balīyasā
labdhvā—habiendo recibido; nimittam—la causa; avyaktam—invisible o desconocida para la persona; vyakta-avyaktam—manifestado y no manifestado, o los cuerpos denso y sutil; bhavati—llega a ser; uta—ciertamente; yathā-yoni—semejante a la madre; yathā-bījam—semejante al padre; sva-bhāvena—por la tendencia natural; balīyasā—que es muy poderosa.
La causa invisible del cumplimiento de los deseos del ser vivo son sus actividades fruitivas, piadosas o impías. Esa causa invisible es la raíz de los diversos cuerpos de la entidad viviente, la cual, llevada por su intenso deseo, nace en una determinada familia y recibe un cuerpo que es semejante, o bien al de su madre, o bien al de su padre. Los cuerpos denso y sutil se crean conforme a su deseo.
SIGNIFICADO: El cuerpo denso es un producto del cuerpo sutil. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (8.6):
yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ
tyajaty ante kalevaram
taṁ tam evaiti kaunteya
sadā tad-bhāva-bhāvitaḥ
«El estado de existencia que se recuerda al abandonar el cuerpo, ¡oh, hijo de Kuntī!, es el estado que, indefectiblemente, se va a alcanzar». Las actividades del cuerpo denso crean la atmósfera del cuerpo sutil en el momento de la muerte. Así pues, el cuerpo denso actúa durante la vida y el cuerpo sutil actúa en el momento de la muerte. El cuerpo sutil, que recibe el nombre de liṅga, o cuerpo de deseo, es el trasfondo sobre el que se forma un determinado cuerpo denso, semejante, o bien al de la madre, o bien al del padre. Según el Ṛg Veda, si en el momento del acto sexual la madre emite mayor cantidad de secreciones que el padre, el bebé recibirá un cuerpo femenino, y si son más abundantes las del padre, su cuerpo será masculino. Se trata de leyes sutiles de la naturaleza, que actúan conforme al deseo de la entidad viviente. Cuando el ser humano aprende la manera de transformar su cuerpo sutil mediante el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, en el momento de la muerte ese cuerpo sutil le creará un cuerpo denso apropiado para que sea devoto de Kṛṣṇa; o, si ha alcanzado un grado de perfección aún mayor, ya no recibirá ningún cuerpo material, sino que obtendrá de inmediato un cuerpo espiritual e irá de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Ese es el proceso de transmigración del alma. Por lo tanto, está claro que lo más deseable no es tratar de unir a la sociedad humana mediante pactos basados en una inalcanzable complacencia de los sentidos, sino enseñar a la gente a ser consciente de Kṛṣṇa y a regresar al hogar, de vuelta a Dios. Esto es cierto ahora y, verdaderamente, en todo momento.