Text 7
yuyutsatāṁ kutracid ātatāyināṁ
jayaḥ sadaikatra na vai parātmanām
vinaikam utpatti-laya-sthitīśvaraṁ
sarvajñam ādyaṁ puruṣaṁ sanātanam
yuyutsatām—de aquellos que se enfrentan; kutracit—a veces; ātatāyinām—provistos de armas; jayaḥ—victoria; sadā—siempre; ekatra—en un lugar; na—no; vai—en verdad; para-ātmanām—de las entidades vivientes subordinadas; vinā—excepto; ekam—uno; utpatti—de la creación; laya—aniquilación; sthiti—y mantenimiento; īśvaram—el controlador; sarva-jñam—que lo conoce todo (pasado, presente y futuro); ādyam—el original; puruṣam—disfrutador; sanātanam—eterno.
Vṛtrāsura continuó: ¡Oh, Indra!, nadie, con excepción del disfrutador original, la Suprema Personalidad de Dios, Bhagavān, tiene garantizada siempre la victoria. Él es la causa de la creación, el mantenimiento y la aniquilación, y Él lo sabe todo. Sus subordinados, en posición de dependencia y obligados a aceptar cuerpos materiales, a veces alcanzan la victoria y a veces son vencidos en sus enfrentamientos.
SIGNIFICADO: En el Bhagavad-gītā (15.15), el Señor dice:
sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo
mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca
«Yo estoy situado en el corazón de todos, y de Mí vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido». Cuando dos bandos luchan, en realidad esa lucha está siendo dirigida por la Suprema Personalidad de Dios, que es Paramātmā, la Superalma. En otro pasaje del Gītā (3.27), el Señor dice:
prakṛteḥ kriyamāṇāni
guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ
ahaṅkāra-vimūḍhātmā
kartāham iti manyate
«El alma espiritual que está confundida por la influencia del ego falso, se cree el autor de actividades que en realidad son ejecutadas por las tres modalidades de la naturaleza material». Las entidades vivientes actúan únicamente bajo la dirección del Señor Supremo. El Señor da órdenes a la naturaleza material, y ella dispone lo que las entidades vivientes necesitan. Las entidades vivientes no son independientes, aunque, en su necedad, se creen el hacedor (kartā).
La victoria está siempre con la Suprema Personalidad de Dios. Por su parte, las entidades vivientes subordinadas tienen que luchar conforme a las disposiciones de la Suprema Personalidad de Dios. La victoria y la derrota no son suyas en realidad, sino que han sido dispuestas por el Señor por intermedio de la naturaleza material. El orgullo de la victoria y la tristeza de la derrota son inútiles. Hay que depender por entero de la Suprema Personalidad de Dios, que es el responsable de la victoria y de la derrota de todas las entidades vivientes. El Señor aconseja: niyataṁ kuru karma tvaṁ karma jyāyo hy akarmaṇaḥ: «Realiza tu deber prescrito, pues la acción es mejor que la inacción». Con estas palabras, ordena a la entidad viviente que actúe conforme a su posición. La victoria y la derrota dependen del Señor Supremo. Karmaṇy evādhikāras te mā phaleṣu kadācana: «Tienes derecho a desempeñar tu deber prescrito, pero no a los frutos de la acción». Debemos actuar con sinceridad, conforme a la posición de cada cual. La victoria y la derrota dependen del Señor.
Vṛtrāsura animó a Indra diciendo: «No te entristezcas por mi victoria. No hay razón para que dejes de luchar, sino que debes seguir cumpliendo con tu deber. Sin duda, cuando Kṛṣṇa lo desee, obtendrás la victoria». Este verso es muy instructivo para quienes se esfuerzan con sinceridad en propagar el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Ni la victoria debe alegrarnos, ni la derrota entristecernos. Debemos hacer un esfuerzo sincero por cumplir la voluntad de Kṛṣṇa, de Śrī Caitanya Mahāprabhu, sin preocuparnos ni de la victoria ni de la derrota. Nuestro único deber es esforzarnos con sinceridad, de modo que nuestras actividades puedan ser reconocidas por Kṛṣṇa.