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Text 14

bāla-ghnyo vrīḍitās tatra
bāla-hatyā-hata-prabhāḥ
bāla-hatyā-vrataṁ cerur
brāhmaṇair yan nirūpitam
yamunāyāṁ mahārāja
smarantyo dvija-bhāṣitam

bāla-ghnyaḥ—las asesinas del niño; vrīḍitāḥ—muy avergonzadas; tatra—allí; bāla-hatyā—por haber matado al niño; hata—haber perdido; prabhāḥ—todo el lustre corporal; bāla-hatyā-vratam—la expiación por el asesinato del niño; ceruḥ—cumplieron; brāhmaṇaiḥ—por los sacerdotes; yat—la cual; nirūpitam—descrita; yamunāyām—en el río Yamunā; mahā-rāja—¡oh, rey Parīkṣit!; smarantyaḥ—recordando; dvija-bhāṣitam—lo que había dicho el brāhmaṇa.

Las coesposas de la reina Kṛtadyuti, que habían envenenado al niño, estaban muy avergonzadas y perdieron todo su lustre corporal. Mientras se lamentaban, ¡oh, rey!, recordaron las instrucciones de Aṅgirā y abandonaron su ambición de tener hijos. Siguiendo las indicaciones de los brāhmaṇas, fueron a orillas del Yamunā, donde se bañaron y expiaron sus actividades pecaminosas.

SIGNIFICADO: En este verso se debe prestar especial atención a la palabra bāla-hatyā-hata-prabhāḥ. La práctica de matar niños ha existido en la sociedad humana desde hace mucho tiempo —desde tiempo inmemorial—, pero en épocas pasadas era muy poco frecuente. Sin embargo, hoy en día, en la era de Kali, es muy común la práctica del aborto, que consiste en matar a los niños dentro del vientre de la madre; a veces se llega incluso a matarles cuando ya han nacido. La mujer que lleva a cabo esa horrible actividad, pierde gradualmente todo su lustre corporal (bāla-hatyā-hata-prabhāḥ). También es de señalar que las damas que cometieron el pecado de envenenar al niño estaban muy avergonzadas y, conforme a las indicaciones de los brāhmaṇas, tuvieron que someterse a expiación por haberle dado muerte. Toda mujer que alguna vez haya realizado un pecado tan infame, debe expiar por él; hoy en día, sin embargo, nadie se somete a expiación. En esas circunstancias, las mujeres responsables de ese crimen tendrán que sufrir en esta vida y en la siguiente. Aquellas almas sinceras que escuchen este relato deben abstenerse de esa actividad de matar niños, y deben expiar por sus actividades pecaminosas emprendiendo el proceso de conciencia de Kṛṣṇa con toda seriedad. El canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa sin ofensas sirve sin duda de expiación inmediata por todas las actividades pecaminosas; sin embargo, no hay que incurrir de nuevo en esas actividades, pues eso sería una ofensa.

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