Text 43
na vyabhicarati tavekṣā
yayā hy abhihito bhāgavato dharmaḥ
sthira-cara-sattva-kadambeṣv
apṛthag-dhiyo yam upāsate tv āryāḥ
na—no; vyabhicarati—falla; tava—Tuya; īkṣā—supervisión; yayā—por la cual; hi—en verdad; abhihitaḥ—declaradas; bhāgavataḥ—en relación con Tus instrucciones y actividades; dharmaḥ—principio religioso; sthira—inmóviles; cara—móviles; sattva-kadambeṣu—entre las entidades vivientes; apṛthak-dhiyaḥ—que no hacen distinciones; yam—que; upāsate—siguen; tu—ciertamente; āryāḥ—aquellos que son avanzados en la civilización.
Mi querido Señor, en el Śrīmad-Bhāgavatam y en el Bhagavad-gītā se nos instruye acerca de nuestro deber prescrito conforme a Tu punto de vista, que nunca se aparta del objetivo supremo de la vida. Aquellos que cumplen con sus deberes prescritos bajo Tu supervisión, con actitud ecuánime hacia todas las entidades vivientes, móviles e inmóviles, y sin considerar a unas más elevadas que otras, reciben el nombre de āryas. Esos āryas Te adoran a Ti, la Suprema Personalidad de Dios.
SIGNIFICADO: El bhāgavata-dharma y el kṛṣṇa-kathā son idénticos. Śrī Caitanya Mahāprabhu quería que todo el mundo se elevase a la posición de guru y predicase por todas partes las instrucciones de Kṛṣṇa que se ofrecen en el Bhagavad-gītā, el Śrīmad-Bhāgavatam, los Purāṇas, el Vedānta-sūtra y otras Escrituras védicas. El bhāgavata-dharma lo siguen los āryas, las personas civilizadas avanzadas. Prahlāda Mahārāja, aunque solo era un niño de cinco años, recomendó:
kaumāra ācaret prājño
dharmān bhāgavatān iha
durlabhaṁ mānuṣaṁ janma
tad apy adhruvam arthadam
(Bhāg. 7.6.1)
Tan pronto como sus maestros se ausentaban de clase, Prahlāda Mahārāja aprovechaba la oportunidad para predicar el bhāgavata-dharma entre sus compañeros. En ese verso dice que a los niños se les debe instruir acerca del bhāgavata-dharma desde los cinco años de edad, desde el mismo comienzo de la vida, pues la comprensión de ese tema es la finalidad de la forma de vida humana, que muy rara vez se obtiene.
Bhāgavata-dharma significa vivir conforme a las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios. El Bhagavad-gītā nos indica que el Señor Supremo ha ordenado la sociedad en cuatro divisiones sociales: brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya y śūdra. Además, los Purāṇas y otras Escrituras védicas establecen cuatro āśramas, que son las divisiones de la vida espiritual. Por consiguiente, bhāgavata-dharma significa el varṇāśrama-dharma de cuatro divisiones sociales y cuatro divisiones espirituales.
Los miembros de la sociedad humana que siguen estrictamente los principios del bhāgavata-dharma y viven en función de las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios, reciben el nombre de arios o ārya. La civilización formada por āryas que siguen estrictamente las instrucciones del Señor y nunca se apartan de esas instrucciones, es una civilización perfecta. Esos hombres civilizados no hacen diferencias entre los árboles, los animales, los seres humanos y las demás entidades vivientes. Paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ: Debido a su perfecta educación en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, ven a todas las entidades vivientes con ecuanimidad. Los āryas no matan sin necesidad ni a una insignificante planta, qué decir de cortar árboles por complacer los sentidos. Hoy en día, matar es algo corriente en todo el mundo. Los hombres matan árboles, matan animales y matan también a otros seres humanos, y todo ello por complacer los sentidos. Eso no es una civilización ārya. Como se afirma en este verso: sthira-cara-sattva-kadambeṣv apṛthag-dhiyaḥ. La palabra apṛthag-dhiyaḥ indica que los āryas no hacen diferencia entre niveles de vida superiores o inferiores. Toda forma de vida debe ser protegida. Todos los seres vivos, y entre ellos los árboles y las plantas, tienen derecho a la vida. Ese es el principio básico de la civilización ārya. Además, dejando a un lado las especies inferiores, las entidades vivientes que se han elevado hasta el nivel de la sociedad humana deben organizarse en una sociedad de brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas, y śūdras. Los brāhmaṇas deben seguir las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios, establecidas en el Bhagavad-gītā y en otras Escrituras védicas. Esa división social debe establecerse conforme a los criterios de guṇa y karma. En otras palabras, la persona adquiere las cualidades propias de un brāhmaṇa, de un kṣatriya, de un vaiśya o de un śūdra, y actúa en consecuencia. Esa es la civilización que aceptan los āryas. ¿Por qué la aceptan? Debido a su intenso deseo de satisfacer a Kṛṣṇa. Esa es la civilización perfecta.
Los āryas nunca se apartan de las instrucciones de Kṛṣṇa, ni tienen dudas acerca de Kṛṣṇa; sin embargo, los no āryas y demás hombres demoníacos no pueden seguir las instrucciones del Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam. Ello se debe a que han sido educados para complacer sus sentidos a costa de todas las demás entidades vivientes. Nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma: Su única ocupación es entregarse a todo tipo de actividades prohibidas para complacer los sentidos. Yad indriya-prītaya āpṛnoti: La razón de esas desviaciones es que desean complacer los sentidos. No tienen ninguna otra ocupación, ninguna otra aspiración. Su civilización se condenó en el verso anterior: kaḥ kṣemo nija-parayoḥ kiyān vārthaḥ sva-para-druhā dharmeṇa: «¿Qué sentido tiene una civilización basada en matarse a sí mismo y a los demás?».
Por consiguiente, este verso aconseja a todos los hombres que entren a formar parte de la civilización ārya y acepten las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios, ordenando su vida social y política, así como sus asuntos religiosos, en función de esas instrucciones. Tratamos de propagar el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa en un intento de establecer una sociedad conforme al deseo de Kṛṣṇa. Eso es lo que significa ser consciente de Kṛṣṇa. Por esa razón, presentamos el Bhagavad-gītā tal como es, y repudiamos todo tipo de invenciones mentales. Los necios y sinvergüenzas interpretan el Bhagavad-gītā a su manera. Cuando Kṛṣṇa dice: man-manā bhava mad-bhakto mad-yājī māṁ namaskuru —«Piensa siempre en Mí, sé Mi devoto, adórame y ofréceme Tu homenaje»—, esas personas lo interpretan diciendo que no es a Kṛṣṇa a quien tenemos que entregarnos. De ese modo, dan significados imaginarios al Bhagavad-gītā. Sin embargo, el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa sigue estrictamente el bhāgavata-dharma, las instrucciones del Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam, para que la sociedad humana alcance el bienestar completo. Aquel que interpreta erróneamente el Bhagavad-gītā, tergiversando algún significado para la complacencia de sus propios sentidos, no es ārya. Por lo tanto, debemos rechazar los comentarios del Bhagavad-gītā elaborados por esa clase de personas. Debemos tratar de seguir el Bhagavad-gītā tal como es. En el Bhagavad-gītā (12.6-7), el Señor Śrī Kṛṣṇa dice:
ye tu sarvāṇi karmāṇi
mayi sannyasya mat-parāḥ
ananyenaiva yogena
māṁ dhyāyanta upāsate
teṣām ahaṁ samuddhartā
mṛtyu-saṁsāra-sāgarāt
bhavāmi na cirāt pārtha
mayy āveśita-cetasām
«Para aquellos que Me adoran, entregándome todas sus actividades y consagrándose a Mí sin desviación, dedicados al servicio devocional y meditando siempre en Mí, con la mente fija en Mí, ¡oh, hijo de Pṛthā!, Yo soy quien pronto les libera del océano del nacimiento y la muerte».