Text 44
na hi bhagavann aghaṭitam idaṁ
tvad-darśanān nṛṇām akhila-pāpa-kṣayaḥ
yan-nāma sakṛc chravaṇāt
pukkaśo ’pi vimucyate saṁsārāt
na—no; hi—en verdad; bhagavan—¡oh, mi Señor!; aghaṭitam—no ha ocurrido; idam—esto; tvat—de Ti; darśanāt—por ver; nṛṇām—de todos los seres humanos; akhila—todos; pāpa—de pecados; kṣayaḥ—aniquilación; yat-nāma—cuyo nombre; sakṛt—solo una vez; śravaṇāt—por escuchar; pukkaśaḥ—la clase más baja, el caṇḍāla; api—también; vimucyate—se libera; saṁsārāt—del enredo de la existencia material.
Mi querido Señor, no es imposible que una persona se libere de toda la contaminación material con solo verte. Pero, no hablemos ya de verte en persona: por el simple hecho de escuchar una sola vez el santo nombre de Tu Señoría, incluso los caṇḍālas, los hombres de más baja clase, se liberan de toda su contaminación material. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo no va a liberarse de la contaminación material alguien que Te vea?
SIGNIFICADO: Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (9.5.16): yan-nāma-śruti-mātreṇa pumān bhavati nirmalaḥ: El simple hecho de escuchar el santo nombre del Señor supone una purificación inmediata. Por lo tanto, en esta era de Kali, en que la gente está muy contaminada, el canto del santo nombre del Señor se recomienda como única forma de progresar.
harer nāma harer nāma
harer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā
«En esta era de riñas e hipocresía, el único modo de alcanzar la liberación consiste en cantar el santo nombre del Señor. No hay otra manera. No hay otra manera. No hay otra manera» (Bṛhan-nāradīya Purāṇa). Śrī Caitanya Mahāprabhu introdujo este canto del santo nombre hace quinientos años, y ahora, a través del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, el movimiento Hare Kṛṣṇa, estamos viendo en la práctica que, por el simple hecho de escuchar el santo nombre del Señor, hombres a quienes se considera de la más baja clase, se están liberando de todas las actividades pecaminosas. La existencia material, saṁsāra, es resultado de los actos pecaminosos. Todo el que se encuentra en el mundo material está condenado; pero, del mismo modo que hay distintas categorías entre los presos, también hay distintas categorías de hombres. Todos ellos, en todos los niveles de vida, están sufriendo. Para acabar con el sufrimiento de la existencia material, debemos unirnos al movimiento Hare Kṛṣṇa, el movimiento de saṅkīrtana, de vida consciente de Kṛṣṇa.
En este verso se dice: yan-nāma sakṛc chravaṇāt: El santo nombre de la Suprema Personalidad de Dios es tan poderoso que, por escucharlo sin ofensas una sola vez, puede purificar a los hombres de más baja clase (kirāta-hūṇāndhra-pulinda-pulkaśāḥ). Esa clase de hombres, los caṇḍālas, son inferiores a los śūdras; pero, por el simple hecho de escuchar el santo nombre del Señor —no hablemos ya de ver la forma personal del Señor—, también ellos pueden purificarse. Desde nuestra posición actual, podemos ver personalmente a la Suprema Personalidad de Dios en la forma de la Deidad en el templo. La Deidad del Señor no es diferente del Señor Supremo. Nuestros ojos ahora están cegados, de modo que no podemos ver al Señor Supremo, pero el Señor, bondadosamente, ha consentido en venir ante nosotros en una forma que podamos ver. Por lo tanto, la Deidad del templo no debe considerarse material. Si ofrecemos alimentos a la Deidad, la adornamos y la servimos, obtendremos el mismo resultado que si sirviéramos personalmente al Señor en Vaikuṇṭha.