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Text 52

loke vitatam ātmānaṁ
lokaṁ cātmani santatam
ubhayaṁ ca mayā vyāptaṁ
mayi caivobhayaṁ kṛtam

loke—en el mundo material; vitatam—expandida (en el espíritu de disfrute material); ātmānam—la entidad viviente; lokam—el mundo material; ca—también; ātmani—en la entidad viviente; santatam—difundido; ubhayam—ambos (el mundo material de elementos materiales, y la entidad viviente); ca—y; mayā—por Mí; vyāptam—penetrados; mayi—en Mí; ca—también; eva—en verdad; ubhayam—ambos; kṛtam—creados.

El alma condicionada se considera el disfrutador de los recursos del mundo material, y se expande en él pensando que, en esencia, está hecho para su disfrute. Del mismo modo, el mundo material se expande en la entidad viviente como fuente de disfrute. Así, ambos se expanden; sin embargo, como energías Mías, ambos son penetrados por Mí. Como Señor Supremo, soy la causa de esos efectos, y debes saber que ambos reposan en Mí.

SIGNIFICADO: La filosofía mayāvāda considera que todo es cualitativamente igual a la Suprema Personalidad de Dios, el Brahman Supremo, y, por lo tanto, que todo es digno de adoración. Esta peligrosa teoría de la escuela mayāvāda ha orientado a la gente hacia el ateísmo. Basándonos en esa teoría, pensamos que somos Dios, cuando en realidad no es así. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (mayā tatam idaṁ sarvaṁ jagad avyakta-mūrtinā), la realidad es que toda la manifestación cósmica es una expansión de las energías del Señor Supremo, que se manifiestan en los elementos físicos y en las entidades vivientes. Las entidades vivientes cometen el error de considerar que los elementos físicos son recursos dispuestos para su disfrute, y que ellas son los disfrutadores. Sin embargo, ni las entidades vivientes ni los elementos son independientes; ambos son energías del Señor. La causa original de las energías material y espiritual es la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, aunque la expansión de las energías del Señor es la causa original, no debemos pensar que el Señor mismo Se ha expandido de diversas maneras. Para condenar las teorías de los māyāvādīs, el Señor dice claramente en el Bhagavad-gītā: mat-sthāni sarva-bhūtāni na cāham teṣv avasthitaḥ: «Todos los seres están en Mí, pero Yo no estoy en ellos». Todo reposa en Él, y todo es expansión de Sus energías; pero eso no significa que todo sea digno de adoración, como lo es el Señor mismo. La expansión material es temporal, pero el Señor no lo es. Las entidades vivientes son partes del Señor, pero no son el Señor mismo. Las entidades vivientes del mundo material no son inconcebibles, pero el Señor sí lo es. La teoría de que las energías del Señor, como expansiones del Señor, son lo mismo que el Señor, es errónea.

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