Text 9
śriyaṁ viṣṇuṁ ca varadāv
āśiṣāṁ prabhavāv ubhau
bhaktyā sampūjayen nityaṁ
yadīcchet sarva-sampadaḥ
śriyam—a la diosa de la fortuna; viṣṇum—al Señor Viṣṇu; ca—y; vara-dau—quienes conceden bendiciones; āśiṣām—de bendiciones; prabhavau—las fuentes; ubhau—ambos; bhaktyā—con devoción; sampūjayet—debe adorar; nityam—diariamente; yadi—si; icchet—desea; sarva—todas; sampadaḥ—las opulencias.
El deber de quien desee todo tipo de opulencias es adorar diariamente al Señor Viṣṇu y a Su esposa, Lakṣmī. Debe adorarles con gran devoción, conforme al ritual antes mencionado. El Señor Viṣṇu y la diosa de la fortuna forman una combinación inmensamente poderosa. Ellos conceden toda clase de bendiciones y son la fuente de toda buena fortuna. Por lo tanto, todo el mundo tiene el deber de adorar a Lakṣmī-Nārāyaṇa.
SIGNIFICADO: Lakṣmī-Nārāyaṇa, el Señor Viṣṇu y madre Lakṣmī, están siempre en el corazón de todos (īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe 'rjuna tiṣṭhati). Sin embargo, los no devotos, como no comprenden que el Señor Viṣṇu está siempre con Su consorte eterna, Lakṣmī, en el corazón de todas las entidades vivientes, no están dotados con la opulencia del Señor Viṣṇu. Hay personas sin escrúpulos que dan a los pobres el tratamiento de daridra-nārāyaṇa, «Nārāyaṇa pobre». Nada menos científico. El Señor Viṣṇu y Lakṣmī están siempre en el corazón de todos, pero eso no significa que todos sean Nārāyaṇa, y, mucho menos, que los pobres sean Nārāyaṇa. El empleo de esa terminología en relación con Nārāyaṇa es de lo más abominable. Nārāyaṇa nunca es pobre, y, por lo tanto, jamás se Le puede llamar daridra-nārāyaṇa. Es innegable que Nārāyaṇa está en el corazón de todos, pero no es ni pobre ni rico. Solo una persona sin escrúpulos, ignorante de la opulencia de Nārāyaṇa, trataría de infligirle el sufrimiento de la pobreza.