Text 26
aho me paramaṁ kaṣṭam
abhūd avijitātmanaḥ
yena viplāvitaṁ brahma
vṛṣalyāṁ jāyatātmanā
aho—¡ay!; me—mi; paramam—extremada; kaṣṭam—condición miserable; abhūt—se volvió; avijita-ātmanaḥ—por tener los sentidos fuera de control; yena—por lo cual; viplāvitam—destruidas; brahma—todas mis cualidades brahmínicas;vṛṣalyām—por medio de una śūdrāṇī, una sirvienta; jāyatā—nacidos; ātmanā—por mí.
Ajāmila dijo: ¡Ay de mí! ¡Cómo me degradé por ser sirviente de mis sentidos! Caí de mi posición de brāhmaṇa debidamente cualificado y engendré hijos en el vientre de una prostituta.
SIGNIFICADO: Los hombres de las clases superiores (brāhmaṇas, kṣatriyas y vaiśyas) no engendran hijos en el vientre de mujeres de baja clase. Por esa razón, en la sociedad védica existe la costumbre de examinar los horóscopos de los jóvenes cuyo matrimonio se considera, para ver si la combinación es adecuada. La astrología védica revela si se ha nacido en el vipra-varṇa, el kṣatriya-varṇa, el vaiśya-varna o el śūdra-varṇa, conforme a las tres modalidades de la naturaleza material. Este procedimiento es necesario, pues un matrimonio entre un joven perteneciente al vipra-varṇa y una muchacha del śūdra-varṇa es incompatible; marido y mujer no hallarían más que miserias en su vida matrimonial. Por lo tanto, los jóvenes deben casarse con muchachas de su misma categoría. Por supuesto, esto es trai-guṇya, un cálculo material conforme a los Vedas; pero si los novios son devotos, no hay por qué hacer esas consideraciones. El devoto es trascendental, y por ello, en un matrimonio entre devotos, la pareja de jóvenes forma una combinación feliz.