Text 39
nanu bhāgavatā nityaṁ
bhūtānugraha-kātarāḥ
ṛte tvāṁ sauhṛda-ghnaṁ vai
vairaṅ-karam avairiṇām
nanu—ahora; bhāgavatāḥ—devotos de la Suprema Personalidad de Dios; nityam—eternamente; bhūta-anugraha-kātarāḥ—muy ansiosos de conceder bendiciones a las caídas almas condicionadas; ṛte—excepto; tvām—tú mismo; sauhṛda-ghnam—que rompes lazos de amistad (y que por lo tanto no debes ser incluido entre los bhāgavatas, los devotos del Señor); vai—en verdad; vairam-karam—tú creas enemistad; avairiṇām—hacia personas que no son enemigos.
Menos tú, todos los devotos del Señor son muy bondadosos con las almas condicionadas, y están deseosos de hacer el bien a los demás. Tú, sin embargo, aunque vistes ropas de devoto, te enemistas con personas que no son enemigas tuyas, o rompes lazos de amistad y haces surgir la enemistad entre los amigos. ¿No te da vergüenza, presentarte como un devoto mientras realizas esos abominables actos?
SIGNIFICADO: Estas son las críticas que tienen que tolerar quienes sirven en la sucesión discipular de Nārada Muni. A través del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, estamos tratando de educar a la gente joven para que se hagan devotos y, siguiendo principios regulativos estrictos, vayan de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Sin embargo, nuestro servicio no es apreciado ni en la India ni fuera de la India, en los países occidentales, donde estamos esforzándonos por propagar este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. En la India, los brāhmaṇas de casta se han declarado enemigos del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa debido a que elevamos a la posición de brāhmaṇas a extranjeros considerados mlecchas yyavanas. Después de formarles en la práctica de austeridades y penitencias, reconocemos su posición como brāhmaṇas y les otorgamos el cordón sagrado. Por esa razón, los brāhmaṇas de casta de la India están muy disgustados con nuestras actividades en el mundo occidental. En Occidente, son los padres de los jóvenes que se unen a nuestro movimiento quienes nos declaran su enemistad. No es nuestro interés crearnos enemigos, pero la naturaleza del proceso implica que los no devotos siempre nos verán como enemigos. No obstante, en los śāstras se explica que el devoto debe ser tolerante y misericordioso. Los devotos que se dedican a predicar deben saber que serán el blanco de acusaciones por parte de personas ignorantes, y a pesar de ello, deben ser muy misericordiosos con las caídas almas condicionadas. Con toda seguridad, quien cumpla con su deber en la sucesión discipular de Nārada Muni verá reconocido su servicio. En el Bhagavad-gītā (18.68-69), el Señor dice:
ya idaṁ paramaṁ guhyaṁ
mad-bhakteṣv abhidhāsyati
bhaktiṁ mayi parāṁ kṛtvā
mām evaiṣyaty asaṁśayaḥ
na ca tasmān manuṣyeṣu
kaścin me priya-kṛttamaḥ
bhavitā na ca me tasmād
anyaḥ priyataro bhuvi
«Aquel que explica a los devotos este secreto supremo tiene garantizado el servicio devocional, y al final volverá a Mí. No hay en este mundo sirviente que Me sea más querido que él, ni habrá nunca otro más querido». Por lo tanto, vamos a seguir predicando el mensaje del Señor Kṛṣṇa sin temer a nuestros enemigos. No tenemos otro deber que satisfacer al Señor predicando de este modo, y el Señor Caitanya y el Señor Kṛṣṇa aceptarán nuestro servicio. Debemos servir sinceramente al Señor sin dejarnos disuadir por los supuestos enemigos.
En este verso se emplea la palabra sauhṛda-ghnam («el que rompe lazos de amistad»). Nārada Muni y los miembros de su sucesión discipular rompen amistades y familias, y por ello a veces se les acusa de ser sauhṛda-ghnam, es decir, de crear enemistad entre familiares. En realidad, esos devotos son amigos de todas las entidades vivientes (suhṛdaṁ sarva-bhūtānām), pero, erróneamente, se les considera enemigos. La actividad de prédica puede ser una tarea difícil e ingrata, pero el predicador debe seguir las órdenes del Señor Supremo sin temer a las personas materialistas.