Text 25
ya eka īśo nija-māyayā naḥ
sasarja yenānusṛjāma viśvam
vayaṁ na yasyāpi puraḥ samīhataḥ
paśyāma liṅgaṁ pṛthag īśa-māninaḥ
yaḥ—aquel que; ekaḥ—uno; īśaḥ—controlador; nija-māyayā—por Su potencia trascendental; naḥ—nosotros; sasarja—creados; yena—por quien (a través de cuya misericordia); anusṛjāma—también nosotros creamos; viśvam—el universo; vayam—nosotros; na—no; yasya—de quien; api—aunque; puraḥ—frente a nosotros; samīhataḥ—de aquel que está actuando; paśyāma—vemos; liṅgam—la forma; pṛthak—separados; īśa—como controladores; māninaḥ—pensamos de nosotros.
La Suprema Personalidad de Dios, que nos creó mediante Su potencia externa, y por cuya misericordia expandimos la creación del universo, está siempre ante nosotros en la forma de Superalma; sin embargo, no podemos ver Su forma. Nos es imposible verle, porque pensamos que somos dioses separados e independientes.
SIGNIFICADO: En este verso se explica la razón de que el alma condicionada no pueda ver a la Suprema Personalidad de Dios cara a cara. El Señor aparece ante nosotros como el Señor Kṛṣṇa o el Señor Rāmacandra, y vive en la sociedad humana actuando como líder o rey, pero, aun así, las almas condicionadas no podemos entenderle. Avajānanti māṁ mūḍhā mānuṣīṁ tanum āśritam: Los necios (mūḍhas) se burlan de la Suprema Personalidad de Dios, considerándole un ser humano corriente. Por insignificantes que seamos, pensamos que también nosotros somos Dios, que podemos crear un universo, o que podemos crear a otro Dios. Esa es la razón por la que no podemos ver ni entender a la Suprema Personalidad de Dios. En relación con esto, Śrīla Madhvācārya dice:
liṅgam eva paśyāmaḥ
kadācid abhimānas tu
devānām api sann iva
prāyaḥ kāleṣu nāsty eva
tāratamyena so ’pi tu
En mayor o menor medida, todos estamos condicionados; sin embargo, pensamos que somos Dios. Esa es la razón que nos impide ver a Dios cara a cara o entender quién es.