Text 32
yat te gatīnāṁ tisṛṇām
īśituḥ paramaṁ padam
nārvācīno visargasya
dhātar veditum arhati
yat—que; te—de Ti; gatīnām tisṛṇām—de los tres destinos (los planetas celestiales, los planetas terrenales y el infierno); īśituḥ—que eres el controlador; paramam padam—la morada suprema, Vaikuṇṭhaloka; na—no;arvācīnaḥ—persona que aparece después; visargasya—la creación; dhātaḥ—¡oh, controlador supremo!;veditum—entender; arhati—puede.
¡Oh, controlador supremo!, Tú riges los tres destinos [la elevación a los planetas celestiales, el nacimiento como ser humano, y la condenación en el infierno], pero Tu morada suprema es Vaikuṇṭha-dhāma. Nosotros aparecimos después de que Tú creases la manifestación cósmica, de modo que Tus actividades nos son imposibles de comprender. Por ello, lo único que podemos ofrecerte son nuestras humildes reverencias.
SIGNIFICADO: Las personas sin experiencia, por lo general, no saben qué pedir a la Suprema Personalidad de Dios. Todo el mundo se halla bajo la jurisdicción del mundo material creado, y nadie sabe qué bendición se debe pedir cuando se ora al Señor Supremo. La gente suele pedir la elevación a los planetas celestiales, ya que no tienen información acerca de Vaikuṇṭhaloka. Śrīla Madhvācārya cita el siguiente verso:
deva-lokāt pitṛ-lokāt
nirayāc cāpi yat param
tisṛbhyaḥ paramaṁ sthānaṁ
vaiṣṇavaṁ viduṣāṁ gatiḥ
Hay diversos sistemas planetarios, que reciben los nombres de Devaloka (los planetas de los semidioses), Pitṛloka (el planeta de los pitās) y Niraya (los planetas infernales). Aquel que trasciende esos sistemas planetarios y entra en Vaikuṇṭhaloka, alcanza la morada suprema de los vaiṣṇavas. Los vaiṣṇavas no tienen nada que ver con los demás sistemas planetarios.