Texts 16-17
bibharṣi kāyaṁ pīvānaṁ
sodyamo bhogavān yathā
vittaṁ caivodyamavatāṁ
bhogo vittavatām iha
bhogināṁ khalu deho ’yaṁ
pīvā bhavati nānyathā
bibharṣi—tú mantienes; kāyam—un cuerpo; pīvānam—gordo; sa-udyamaḥ—el que se esfuerza; bhogavān—el que disfruta; yathā—como; vittam—dinero; ca—también; eva—ciertamente; udyama-vatām—de personas siempre dedicadas al crecimiento económico; bhogaḥ—la complacencia de los sentidos; vitta-vatām—para las personas que poseen riquezas en abundancia; iha—en este mundo; bhoginām—de los disfrutadores, karmīs; khalu—en verdad; dehaḥ—el cuerpo; ayam—este; pīvā—muy grueso; bhavati—se vuelve; na—no; anyathā—de otra manera.
Al ver que aquella persona santa estaba bastante gorda, Prahlāda Mahārāja dijo: Mi querido señor, tú no haces ningún esfuerzo para ganarte el sustento, pero tienes el cuerpo tan robusto como un disfrutador materialista. Yo sé que los que son muy ricos y no tienen nada que hacer engordan mucho, porque se dedican a comer y dormir y no trabajan.
SIGNIFICADO: A Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura no le gustaba que sus discípulos engordasen. Le preocupaba mucho ver a sus discípulos gruesos convertidos en bhogīs, disfrutadores de los sentidos. Su actitud la confirma la sorpresa que Prahlāda Mahārāja muestra en este verso, al ver a una persona santa que había engordado a pesar de seguir el proceso de ājagara-vṛtti. En el mundo material, generalmente vemos que, si un hombre es pobre y delgado, pero poco a poco gana dinero, esforzándose en los negocios o por otros medios, cuando por fin logra el dinero deseado, disfruta de los sentidos a su entera satisfacción. El disfrute de los sentidos hace engordar. Por lo tanto, en la senda del avance espiritual, engordar no es nada satisfactorio.