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Text 18

tasmād brāhmaṇa-deveṣu
martyādiṣu yathārhataḥ
tais taiḥ kāmair yajasvainaṁ
kṣetra-jñaṁ brāhmaṇān anu


tasmāt—por lo tanto; brāhmaṇa-deveṣu—a través de los brāhmaṇas y semidioses; martya-ādiṣu—a través de los seres humanos comunes y demás entidades vivientes; yathā-arhataḥ—conforme a tu capacidad; taiḥ taiḥ—con todos esos; kāmaiḥ—diversos objetos de disfrute, como alimentos suntuosos, collares de flores, pasta de madera de sándalo, etc.; yajasva—debes adorar; enam—a este; kṣetra-jñam—Señor Supremo situado en el corazón de todos los seres; brāhmaṇān—a los brāhmaṇasanu—después.


Por lo tanto, mi querido rey, primero debes ofrecer prasāda a los brāhmaṇas y semidioses; después de alimentarles suntuosamente, puedes repartir prasāda entre las demás entidades vivientes conforme a tu capacidad. De ese modo, podrás adorar a todas las entidades vivientes, o, en otras palabras, a la entidad viviente suprema que está dentro de cada entidad viviente.


SIGNIFICADO: El proceso para repartir prasāda entre todas las entidades vivientes comienza por ofrecerlo a los brāhmaṇas y vaiṣṇavas, pues los brāhmaṇas son la representación de los semidioses. De ese modo, estaremos adorando a la Suprema Personalidad de Dios, que está en el corazón de todos. Ese es el sistema védico para ofrecer prasāda. En toda ceremonia de distribución de prasāda, hay que comenzar por ofrecerlo a los brāhmaṇas; a continuación, se ofrecerá a los niños y los ancianos; después, a las mujeres, y, por último, a los animales domésticos, como los perros, etc. Cuando se dice que Nārāyaṇa, el Ser Supremo, está en el corazón de todos, no significa que todos, o un hombre pobre en particular, se hayan vuelto Nārāyaṇa. Esa conclusión se rechaza en este verso.

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