Text 41
āhuḥ śarīraṁ ratham indriyāṇi
hayān abhīṣūn mana indriyeśam
vartmāni mātrā dhiṣaṇāṁ ca sūtaṁ
sattvaṁ bṛhad bandhuram īśa-sṛṣṭam
āhuḥ—se dice; śarīram—el cuerpo; ratham—la cuadriga; indriyāṇi—los sentidos; hayān—los caballos; abhīṣūn—las riendas; manaḥ—la mente; indriya—de los sentidos; īśam—el amo; vartmāni—los lugares de destino; mātrāḥ—los objetos de los sentidos; dhiṣaṇām—la inteligencia; ca—y; sūtam—el auriga; sattvam—la conciencia; bṛhat—grande;bandhuram—el cautiverio; īśa—por la Suprema Personalidad de Dios; sṛṣṭa—creado.
Los trascendentalistas de conocimiento avanzado comparan el cuerpo, que ha sido hecho por orden de la Suprema Personalidad de Dios, a una cuadriga. Los sentidos son como los caballos; la mente, el amo de los sentidos, es como las riendas; los objetos de los sentidos son los lugares de destino; la inteligencia es el auriga; y la conciencia, que se difunde por todo el cuerpo, es la causa del cautiverio en el mundo material.
SIGNIFICADO: Para la persona confundida que sigue el modo de vida materialista, el cuerpo, la mente y los sentidos, que se ocupan en la complacencia de los sentidos, son la causa del cautiverio en el ciclo del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Sin embargo, para la persona avanzada en el conocimiento espiritual, el mismo cuerpo, los mismos sentidos y la misma mente son causa de liberación. Esto se confirma en el Kaṭha Upaniṣad (1.3.3-4,9), con las siguientes palabras:
ātmānaṁ rathinaṁ viddhi
śarīraṁ ratham eva ca
buddhiṁ tu sārathiṁ viddhi
manaḥ pragraham eva ca
indriyāṇi hayān āhur
viṣayāṁs teṣu gocarān
so ’dhvanaḥ pāram āpnoti
tad viṣṇoḥ paramaṁ padam
El alma es el pasajero de la cuadriga del cuerpo, cuyo auriga es la inteligencia. La mente es la determinación por alcanzar el lugar de destino, los sentidos son los caballos, y en esa actividad están incluidos también los objetos de los sentidos. De ese modo se puede alcanzar el destino, Viṣṇu, que es paramaṁ padam, el objetivo supremo de la vida. En la vida condicionada, la conciencia que está en el cuerpo es causa de cautiverio, pero esa misma conciencia, cuando se transforma en conciencia de Kṛṣṇa, pasa a ser la causa del regreso al hogar, de vuelta a Dios.
El cuerpo humano, por lo tanto, se puede emplear de dos maneras: para ir a las regiones más oscuras de la ignorancia, o para avanzar en el camino que lleva de regreso al hogar, de vuelta a Dios. La senda para ir de regreso a Dios es mahat-sevā, la aceptación del maestro espiritual autorrealizado. Mahat-sevāṁ dvāram āhur vimukteḥ: Para alcanzar la liberación, es necesario aceptar la guía de devotos autorizados que pueden dotarnos realmente de conocimiento perfecto. Por otra parte, tamo-dvāraṁ yoṣitāṁ saṅgi-saṅgam: Quien desee descender a las regiones más oscuras de la existencia material puede continuar relacionándose con personas apegadas a las mujeres (yoṣitāṁ saṅgi-saṅgam). La palabra yoṣit significa «mujer». Las personas demasiado materialistas están apegadas a las mujeres.
Por consiguiente, se dice: ātmānaṁ rathinaṁ viddhi śarīraṁ ratham eva ca: El cuerpo es como una cuadriga o un coche en el que podemos ir a todas partes. Podemos conducir bien o conducir a nuestro antojo; en este segundo caso, es muy posible que tengamos un accidente o caigamos en una zanja. En otras palabras, si seguimos las indicaciones del maestro espiritual experto, podemos ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios; de lo contrario, podemos regresar al ciclo de nacimientos y muertes. Por esa razón, Kṛṣṇa nos aconseja personalmente:
aśraddadhānāḥ puruṣā
dharmasyāsya parantapa
aprāpya māṁ nivartante
mṛtyu-saṁsāra-vartmani
«Aquellos que no tienen fe en el servicio devocional no pueden alcanzarme, ¡oh, conquistador del enemigo! Por lo tanto, vuelven al sendero del nacimiento y la muerte en este mundo material» (Bg. 9.3). La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, da instrucciones personalmente acerca de cómo regresar al hogar, de vuelta a Dios; sin embargo, si no escuchamos con atención Sus instrucciones, el resultado será que nunca regresaremos de vuelta a Dios, sino que continuaremos viviendo en medio de las miserias del ciclo de nacimientos y muertes en la existencia material (mṛtyu-saṁsāra-vartmani).
Por lo tanto, el consejo de los trascendentalistas experimentados es que consagremos el cuerpo por entero al logro del objetivo supremo de la vida (svārtha-gatim). El verdadero interés u objetivo de la vida es el regreso al hogar, de vuelta a Dios, y para alcanzar ese objetivo contamos con muchas Escrituras védicas, como elVedānta-sūtra, los Upaniṣads, el Bhagavad-gītā, el Mahābhārata y el Rāmāyaṇa. Debemos aprender lo que nos enseñan esas Escrituras védicas y educarnos en la práctica de nivṛtti-mārga. Entonces, nuestra vida será perfecta. El cuerpo es importante mientras tiene conciencia. Sin conciencia, no es más que un montón de materia. Por lo tanto, para regresar al hogar, de vuelta a Dios, debemos cambiar nuestra conciencia, llevándola del plano material al plano de conciencia de Kṛṣṇa. La conciencia es la causa del cautiverio material, pero, si se purifica mediante el bhakti-yoga, podremos entender la falsedad de su upādhi, es decir, de sus identificaciones como indio, americano, hindú, musulmán, cristiano, etc. Sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam. Debemos olvidar esas falsas identificaciones y emplear la conciencia únicamente para servir a Kṛṣṇa. Por lo tanto, quien sepa beneficiarse del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa logrará, sin lugar a dudas, el éxito en la vida.