Text 28
nirvairāya praśāntāya
sva-sutāya mahātmane
prahrādāya yadā druhyed
dhaniṣye ’pi varorjitam
nirvairāya—que no tiene enemigos; praśāntāya—muy sobrio y pacífico; sva-sutāya—a su propio hijo; mahā-ātmane—que es un gran devoto; prahrādāya—Prahlāda Mahārāja; yadā—cuando; druhyet—cometa violencia; haniṣye—Yo mataré; api—aunque; vara-ūrjitam—bendecido por los dones del Señor Brahmā.
Cuando Hiraṇyakaśipu moleste al gran devoto Prahlāda, su propio hijo, que es sobrio y pacífico y no tiene enemigos, Yo, a pesar de las bendiciones de Brahmā, le mataré sin esperar un instante.
SIGNIFICADO: No hay actividad pecaminosa más grave que ofender a un vaiṣṇava, un devoto puro. El resultado de una ofensa a los pies de loto de un vaiṣṇavaes tan desastroso que Śrī Caitanya Mahāprabhu la compara a un elefante enloquecido que entra en un jardín y lo destruye, arrancando plantas y árboles. La ofensa a los pies de loto de un brāhmaṇa o un vaiṣṇava arranca de raíz todas las actividades auspiciosas de quien la comete. Por lo tanto, debemos guardarnos cuidadosamente de incurrir en vaiṣṇava-aparādha, ofensas contra los pies de loto de un vaiṣṇava. En este verso, el Señor dice con toda claridad que las bendiciones que Hiraṇyakaśipu recibió del Señor Brahmā serían inútiles y quedarían anuladas tan pronto como cometiese una ofensa a los pies de loto de Prahlāda Mahārāja, su propio hijo. Aquí se explica que los vaiṣṇavas como Prahlāda Mahārāja son nirvaira, es decir, no tienen enemigos. En otro pasaje del Śrīmad-Bhāgavatam (3.25.21) se dice: ajāta-śatravaḥ śāntāḥ sādhavaḥ sādhu-bhūṣaṇāḥ: El devoto no tiene enemigos, es pacífico, se rige por las Escrituras, y todas sus características son sublimes. El devoto no se crea enemigos; pero si alguien se hace enemigo suyo, esa persona será destruida por la Suprema Personalidad de Dios, a pesar de todas las bendiciones que pueda haber recibido de otras fuentes. No cabe duda de que Hiraṇyakaśipu estaba gozando de los provechosos resultados de sus austeridades; pero en este verso el Señor dice que, tan pronto como Hiraṇyakaśipu incurriese en una ofensa a los pies de loto de Prahlāda Mahārāja, esa sería su ruina. La longevidad, la opulencia, la belleza, la educación, y todo lo que podamos poseer como resultado de nuestras actividades piadosas, no nos servirán para protegernos si cometemos una ofensa a los pies de loto de un vaiṣṇava. No importa cuáles sean nuestras posesiones; si ofendemos los pies de loto de un vaiṣṇava, esa será nuestra ruina.