Text 13
so ’haṁ vikatthamānasya
śiraḥ kāyād dharāmi te
gopāyeta haris tvādya
yas te śaraṇam īpsitam
saḥ—él; aham—yo; vikatthamānasya—que estás diciendo semejantes tonterías; śiraḥ—la cabeza; kāyāt—del cuerpo; harāmi—te voy a quitar; te—de ti; gopāyeta—que Él proteja; hariḥ—la Suprema Personalidad de Dios; tvā—a ti; adya—ahora; yaḥ—aquel que; te—tuyo; śaraṇam—protector; īpsitam—deseado.
Estás diciendo tantas tonterías que te voy a cortar la cabeza. Ya veremos si viene a protegerte tu adorable Dios. Me gustaría verlo.
SIGNIFICADO: Los demonios siempre piensan que el Dios de los devotos es una fantasía. Creen que Dios no existe, y que el supuesto sentimiento religioso de devoción por Dios es una especie de alucinación, una ilusión como las producidas por el LSD o el opio. Hiraṇyakaśipu no creyó a Prahlāda Mahārāja cuando este aseguró que su Señor estaba en todas partes. Con la actitud típica de los demonios, Hiraṇyakaśipu estaba convencido de que Dios no existe y que nadie podía proteger a Prahlāda; por eso, se sentía animado a matar a su hijo. Ponía en duda la idea de que el devoto siempre cuenta con la protección del Señor Supremo.