Text 12
yat tad vapur bhāti vibhūṣaṇāyudhair
avyakta-cid-vyaktam adhārayad dhariḥ
babhūva tenaiva sa vāmano vaṭuḥ
sampaśyator divya-gatir yathā naṭaḥ
yat—el cual; tat—ese; vapuḥ—cuerpo trascendental; bhāti—manifiesta; vibhūṣaṇa—con Sus adornos; āyudhaiḥ—y con armas; avyakta—no manifestado; cit-vyaktam—manifestado espiritualmente; adhārayat—adoptó; hariḥ—el Señor;babhūva—inmediatamente Se volvió; tena—con eso; eva—ciertamente; saḥ—Él (el Señor); vāmanaḥ—enano; vaṭuḥ—unbrāhmaṇa brahmacārī; sampaśyatoḥ—ante la mirada de Sus padres; divya-gatiḥ—cuyos movimientos son maravillosos;yathā—como; naṭaḥ—un actor teatral.
El Señor apareció en Su forma original, con adornos y armas en las manos. Aunque esa forma eterna del Señor nunca es visible en el mundo material, Él la manifestó en Su advenimiento. Entonces, en presencia de Sus padres, y como haría un actor teatral, adoptó la forma de Vāmana, un brāhmaṇa enano, un brahmacārī.
SIGNIFICADO: La palabra naṭaḥ es significativa. Un actor, aunque se cambie de vestimenta para representar distintos papeles, es siempre la misma persona. En la Brahma-saṁhitā (5.33, 39) se explica que el Señor, de modo parecido, adopta miles de millones de formas (advaitam acyutam anādim ananta-rūpam ādyaṁ purāṇa-puruṣam). Él siempre está presente en infinidad de encarnaciones (rāmādi-mūrtiṣu kalā-niyamena tiṣṭhan nānāvatāram akarod bhuvaneṣu kintu). Sin embargo, esas encarnaciones no son diferentes entre sí. Él es la misma persona, con la misma potencia, la misma eternidad y la misma existencia espiritual, pero puede adoptar muchas formas distintas al mismo tiempo. Vāmanadeva nació del vientre de Su madre en la forma de Nārāyaṇa, con cuatro brazos que sostenían las armas simbólicas que Le caracterizan;instantes después, Se transformó en un brahmacārī (vaṭu). Eso significa que Su cuerpo no es material. Quien piensa que el Señor Supremo adopta un cuerpo material no es inteligente. Tiene que aprender más acerca de la posición del Señor. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (4.9): janma karma ca me divyam evaṁ yo vetti tattvataḥ. Debemos comprender el advenimiento trascendental del Señor en Su cuerpo trascendental original (sac-cid-ānanda-vigraha).