Text 14
śrī-śuka uvāca
evam aśraddhitaṁ śiṣyam
anādeśakaraṁ guruḥ
śaśāpa daiva-prahitaḥ
satya-sandhaṁ manasvinam
śrī-śukaḥ uvāca—Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo; evam—así; aśraddhitam—que no fue muy respetuoso con la instrucción del maestro espiritual; śiṣyam—a semejante discípulo; anādeśa-karam—que no estaba dispuesto a cumplir la orden de su maestro espiritual; guruḥ—el maestro espiritual (Śukrācārya); śaśāpa—maldijo; daiva-prahitaḥ—inspirado por el Señor Supremo; satya-sandham—a aquel que era fiel a la verdad; manasvinam—que poseía una personalidad muy elevada.
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: Después de esto, el maestro espiritual, Śukrācārya, inspirado por el Señor Supremo, maldijo a su excelso discípulo Bali Mahārāja, que era tan magnánimo y fiel a la verdad que prefirió desobedecer la orden de su maestro espiritual antes que respetar sus instrucciones.
SIGNIFICADO: La diferencia entre el comportamiento de Bali Mahārāja y el de su maestro espiritual, Śukrācārya, está en que Bali Mahārāja ya había adquirido amor por Dios, mientras que Śukrācārya era un simple sacerdote de rituales y ceremonias que no había alcanzado ese nivel. Por esa razón, Śukrācārya nunca recibió de la Suprema Personalidad de Dios la inspiración de cultivar el servicio devocional. En el Bhagavad-gītā (10.10), el propio Señor dice:
teṣāṁ satata-yuktānāṁ
bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ
yena mām upayānti te
«A aquellos que están constantemente consagrados a servirme con amor, Yo les doy la comprensión con la cual pueden llegar hasta Mí».
Los devotos realmente ocupados en el servicio devocional con fe y con amor reciben la inspiración de la Suprema Personalidad de Dios. Los vaiṣṇavas no sienten el menor interés por los smārta-brāhmaṇas dedicados a celebrar rituales. Los vaiṣṇavas nunca siguen el smārta-viddhi; por esa razón, Śrīla Sanātana Gosvāmī compiló el Hari-bhakti-vilāsa para que les sirva de guía. Aunque el Señor Supremo está en el corazón de todos, solo el vaiṣṇava, la persona que se ocupa en servicio devocional, recibe de Él los consejos que le permitirán ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Esas instrucciones son solo para devotos. Por consiguiente, en este verso es importante la palabra daiva-prahitaḥ, «inspirado por el Señor Supremo». Śukrācārya debería haber animado a Bali Mahārāja para que Se lo diese todo al Señor Viṣṇu, lo cual habría sido un signo de amor por Dios. Sin embargo, no fue eso lo que hizo, sino que prefirió castigar a su discípulo y devoto con una maldición.