Text 16
śrī-prahrāda uvāca
tvayaiva dattaṁ padam aindram ūrjitaṁ
hṛtaṁ tad evādya tathaiva śobhanam
manye mahān asya kṛto hy anugraho
vibhraṁśito yac chriya ātma-mohanāt
śrī-prahrādaḥ uvāca—Prahlāda Mahārāja dijo; tvayā—por Tu Señoría; eva—en verdad; dattam—que había sido dada;padam—esta posición; aindram—de rey del cielo; ūrjitam—elevadísima; hṛtam—ha sido quitada; tat—esa; eva—en verdad; adya—hoy; tathā—como; eva—en verdad; śobhanam—hermoso; manye—yo considero; mahān—muy grande;asya—de él (de Bali Mahārāja); kṛtaḥ—ha sido hecha por Ti; hi—en verdad; anugrahaḥ—misericordia; vibhraṁśitaḥ—ser privado de; yat—debido a; śriyaḥ—de esa opulencia; ātma-mohanāt—que cubría el proceso de autorrealización.
Prahlāda Mahārāja dijo: Mi Señor, Bali recibió de Tu Señoría la inmensa opulencia del trono celestial, que hoy Tú mismo le has quitado. De las dos formas has mostrado Tu bondad. Puesto que su gloriosa posición como rey del cielo le sumía en la oscuridad de la ignorancia, creo que, por Tu misericordia, le has hecho un gran favor al quitarle toda su opulencia.
SIGNIFICADO: Dicen las Escrituras: yasyāham anugṛhṇāmi hariṣye tad-dhanaṁ śanaiḥ (Bhāg. 10.88.8). Por la misericordia del Señor, podemos obtener las mayores opulencias materiales; pero, si con esa opulencia material vamos a envanecernos y a olvidar el proceso de autorrealización, el Señor, ciertamente nos la quitará. El Señor es misericordioso con Su devoto y le ayuda a descubrir su posición constitucional. Con ese objeto, el Señor siempre está dispuesto a brindar al devoto toda la ayuda posible. Sin embargo, la opulencia material puede ser peligrosa, porque distrae nuestra atención hacia el prestigio falso, y nos hace creer que somos el propietario y el señor de todo lo que vemos, cuando la realidad no es esa. Para proteger al devoto de ese error, el Señor a veces Se muestra especialmente misericordioso y le quita sus posesiones materiales. Yasyāham anugṛhṇāmi hariṣye tad-dhanaṁ śanaiḥ.