Text 38
madīyaṁ mahimānaṁ ca
paraṁ brahmeti śabditam
vetsyasy anugṛhītaṁ me
sampraśnair vivṛtaṁ hṛdi
madīyam—relativas a Mí; mahimānam—las glorias; ca—y; param brahma—el Brahman Supremo, la Verdad Absoluta; iti—así; śabditam—conocidas; vetsyasi—entenderás; anugṛhītam—favorecido; me—por Mí; sampraśnaiḥ—con preguntas;vivṛtam—explicadas con todo detalle; hṛdi—dentro del corazón.
Yo Te iré aconsejando con todo detalle y gozarás de Mi favor por entero; como resultado de tus preguntas, todo lo relacionado con Mis glorias, que reciben el nombre de paraṁ brahma, se te revelará en el corazón. De ese modo, lo sabrás todo acerca de Mí.
SIGNIFICADO: Como se afirma en el Bhagavad-gītā (15.15): sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jñānam apohanam ca: La Suprema Personalidad de Dios, Paramātmā, Se encuentra en el corazón de todos, y de Él vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido. El Señor Se nos revela en proporción a nuestra entrega. Ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham. El Señor nos corresponde y colabora con nosotros, y Se nos revela en proporción a nuestra entrega. Lo que se revela a quien se entrega por completo es diferente de lo revelado a quien solo se entrega en parte. De manera natural, todos nos sometemos a la Suprema Personalidad de Dios, directa o indirectamente. El alma condicionada se somete a las leyes de la naturaleza en la existencia material; pero, cuando alguien se entrega por entero al Señor, la naturaleza material deja de actuar sobre él. La Suprema Personalidad de Dios favorece directamente a esa alma que se entrega a Él por completo. Mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te. Aquel que se ha entregado por completo al Señor, no tiene miedo de las modalidades de la naturaleza material, pues todo lo que existe no es sino una expansión de las glorias del Señor (sarvaṁ khalv idaṁ brahma), y esas glorias pueden percibirse cada vez más, a medida que se van revelando. El Señor es el purificador supremo (paraṁ brahma paraṁ dhāma pavitraṁ paramaṁ bhavān). Cuanto más nos purificamos y más deseamos saber acerca del Supremo, más Se nos revela el Señor. El conocimiento completo de Brahman, Paramātmā y Bhagavān les es revelado a los devotos puros. El Señor dice en el Bhagavad-gītā (10.11):
teṣām evānukampārtham
aham ajñāna-jaṁ tamaḥ
nāśayāmy ātma-bhāvastho
jñāna-dīpena bhāsvatā
«Para otorgarles una misericordia especial, Yo, morando en sus corazones, destruyo con la deslumbrante lámpara del conocimiento la oscuridad que nace de la ignorancia».