Text 50
acakṣur andhasya yathāgraṇīḥ kṛtas
tathā janasyāviduṣo ’budho guruḥ
tvam arka-dṛk sarva-dṛśāṁ samīkṣaṇo
vṛto gurur naḥ sva-gatiṁ bubhutsatām
acakṣuḥ—el que no tiene la facultad de ver; andhasya—para esa persona ciega; yathā—como; agraṇīḥ—el líder, que va primero; kṛtaḥ—aceptado; tathā—del mismo modo; janasya—esa persona; aviduṣaḥ—que no tiene conocimiento del objetivo de la vida; abudhaḥ—un necio sinvergüenza; guruḥ—el maestro espiritual; tvam—a Tu Señoría; arka-dṛk—apareces como el Sol; sarva-dṛśām—de todas las fuentes de conocimiento; samīkṣaṇaḥ—el vidente perfecto; vṛtaḥ—aceptado; guruḥ—el maestro espiritual; naḥ—nuestro; sva-gatim—el que conoce su verdadero interés personal;bubhutsatām—a esa persona iluminada.
Del mismo modo que un ciego, que no puede ver, toma por guía a otro ciego, la gente que no conoce el objetivo de la vida acepta a un necio sinvergüenza como guru. Nosotros, sin embargo, deseamos la autorrealización, y por ello Te aceptamos a Ti, la Suprema Personalidad de Dios, como maestro espiritual, pues Tú puedes ver en todas direcciones y eres omnisciente como el Sol.
SIGNIFICADO: Envuelta en la ignorancia, el alma condicionada no conoce el objetivo de la vida, de modo que acepta por gurua alguien que sabe hacer juegos de palabras y trucos de magia que los necios consideran maravillosos. A veces, esos necios aceptan por guru a alguien capaz de fabricar una pequeña cantidad de oro mediante un poder místico del yoga. Ese discípulo, debido al escaso conocimiento que posee, no sabe juzgar si el hecho de fabricar oro es criterio para identificar a un guru. ¿Por qué no aceptar a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, en quien tienen su origen ilimitadas cantidades de minas de oro?Ahaṁ sarvasya prabhavo mattaḥ sarvaṁ pravartate. Todas las minas de oro han sido creadas por la energía de la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, ¿por qué aceptar a un mago que no puede elaborar más que una mínima cantidad de oro? Solo los ciegos, que no conocen el objetivo de la vida, aceptan a esa clase de gurus. Mahārāja Satyavrata, sin embargo, conocía el objetivo de la vida. Conocía a la Suprema Personalidad de Dios, y, por esa razón, aceptó al Señor comoguru. Tanto el Señor Supremo como Su representante pueden ser gurus. El Señor dice: mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te: «Quien se entrega a Mí, puede liberarse de las garras de māyā». Por lo tanto, la misión del guru consiste en instruir al discípulo para que, si desea liberarse de las garras de la materia, se entregue a la Suprema Personalidad de Dios. Esa es la característica del guru. Se trata del mismo principio impartido por Śrī Caitanya Mahāprabhu: yāre dekha, tāre kaha `kṛṣṇa'-upadeśa. En otras palabras, se nos aconseja no aceptar a ningún guru que no siga la senda de las instrucciones del Señor Kṛṣṇa.