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Text 50

namas tubhyam anantāya
durvitarkyātma-karmaṇe
nirguṇāya guṇeśāya
sattva-sthāya ca sāmpratam


namaḥ—toda reverencia; tubhyam—a Ti, mi Señor; anantāya—que eres eterno y trasciendes las tres fases del tiempo (pasado, presente y futuro); durvitarkya-ātma-karmaṇe—a Ti, que realizas actividades inconcebibles; nirguṇāya—todas las cuales son trascendentales, libres de la embriaguez de las cualidades materiales; guṇa-īśāya—a Ti, que controlas las tres modalidades de la naturaleza material; sattva-sthāya—que estás a favor de la cualidad material de la bondad; ca—también; sāmpratam—en el momento actual.


Mi Señor, Te ofrecemos reverencias a Ti, que eres eterno y estás más allá de los límites temporales del pasado, el presente y el futuro. Tú eres inconcebible en Tus actividades, eres el amo de las tres modalidades de la naturaleza material, y, como eres trascendental a todas las cualidades materiales, estás libre de contaminación material. Aunque eres el controlador de las tres modalidades de la naturaleza material, en el momento actual favoreces la cualidad de la bondad. Te ofrecemos respetuosas reverencias.


SIGNIFICADO: La Suprema Personalidad de Dios controla las actividades materiales manifestadas por las tres modalidades de la naturaleza material. Como se afirma en el Bhagavad-gītānirguṇaṁ guṇa-bhoktṛ ca: La Suprema Personalidad de Dios siempre es trascendental a las cualidades materiales (sattva-guṇa,rajo-guṇa y tamo-guṇa); no obstante, es Él quien las controla. El Señor Se manifiesta en tres aspectos —Brahmā, Viṣṇu y Maheśvara— para controlar esas tres cualidades. Él personalmente, en la forma del Señor Viṣṇu, Se encarga de sattva-guṇa, y confía el control de rajo-guṇa y tamo-guṇa al Señor Brahmā y al Señor Śiva. Sin embargo, en última instancia es Él quien controla las tres guṇas. El Señor Brahmā, expresando su entendimiento, dijo que, ahora que el Señor Viṣṇu se había hecho cargo de las actividades de la bondad, los semidioses podían confiar plenamente en que sus deseos se verían satisfechos. Los semidioses estaban siendo hostigados por los demonios, que estaban contaminados por tamo-guṇa. Sin embargo, tal como antes explicó el Señor Brahmā, ahora había llegado el momento de sattva-guṇa, y los semidioses podían aspirar naturalmente a la satisfacción de sus deseos. A los semidioses se les atribuye un alto nivel de conocimiento; sin embargo, no podían comprender el conocimiento acerca de la Suprema Personalidad de Dios. Por esa razón, en este verso el Señor recibe el nombre de anantāya. El Señor Brahmā conoce el pasado, el presente y el futuro, pero no puede entender el ilimitado conocimiento de la Suprema Personalidad de Dios.


Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo quinto del Canto Octavo del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado «Los semidioses acuden al Señor en busca de protección».

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