Text 42
gandharvān upadhāvemāṁs
tubhyaṁ dāsyanti mām iti
tasya saṁstuvatas tuṣṭā
agni-sthālīṁ dadur nṛpa
urvaśīṁ manyamānas tāṁ
so ’budhyata caran vane
gandharvān—en los gandharvas; upadhāva—ve y refúgiate; imān—estos; tubhyam—a ti; dāsyanti—darán; mām iti—idéntica a mí, o yo misma; tasya—por él; saṁstuvataḥ—ofrecer oraciones; tuṣṭāḥ—satisfechos; agni-sthālīm—una muchacha nacida del fuego; daduḥ—entregaron; nṛpa—¡oh, rey!; urvaśīm—en Urvaśī; manya-mānaḥ—pensar; tām—a ella; saḥ—él (Purūravā); abudhyata—entendió de hecho; caran—mientras paseaban; vane—por el bosque.
Urvaśī dijo: «Mi querido rey, busca refugio en los gandharvas, pues ellos podrán hacerme tuya de nuevo». Conforme a estas palabras, el rey oró a los gandharvas hasta satisfacerles, y estos, muy complacidos con él, le ofrecieron una muchacha Agnisthālī, que era idéntica a Urvaśī. Creyendo que se trataba de Urvaśī, el rey paseó con ella por el bosque; pero más tarde se dio cuenta de que no era Urvaśī, sino Agnisthālī.
SIGNIFICADO: Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura señala que Purūravā era muy lujurioso. Nada más conocer a la muchacha Agnisthālī, quiso tener relaciones sexuales con ella, pero, mientras hacía el acto sexual, se dio cuenta de que no era Urvaśī, sino Agnisthālī. Esto indica que todo hombre apegado a una determinada mujer sabe reconocer las características particulares de esa mujer durante la vida sexual. Mientras realizaba el acto sexual, Purūravā se dio cuenta de que la muchacha Agnisthālī no era Urvaśī.