CAPÍTULO 16
El Señor Paraśurāma
destruye a la clase gobernante
En este capítulo se explica que, después de que los hijos de Kārtavīryārjuna matasen a Jamadagni, Paraśurāma libró de kṣatriyas por veintiuna veces el mundo entero. El capítulo habla también de los descendientes de Viśvāmitra.
La esposa de Jamadagni, Reṇukā, fue al Ganges a buscar agua, y allí vio al rey de los gandharvas, que disfrutaba en compañía de las apsarās. Al verle, quedó cautivada y sintió deseos de relacionarse con él. Debido a ese deseo pecaminoso, su marido la castigó. Paraśurāma mató a su madre y a sus hermanos, pero más tarde, gracias a las austeridades de Jamadagni, volvieron a la vida. Los hijos de Kārtavīryārjuna, que seguían recordando la muerte de su padre y querían vengarse del Señor Paraśurāma, aprovechando en cierta ocasión su ausencia, entraron en el āśrama y mataron a Jamadagni, que estaba meditando en la Suprema Personalidad de Dios. Cuando regresó al āśrama y vio a su padre muerto, Paraśurāma se sintió muy triste; después de pedir a sus hermanos que cuidasen del cadáver, salió decidido a matar a todos los kṣatriyas que hubiera en el mundo. Armado con su hacha, fue a Māhiṣmatī-pura, la capital de Kārtavīryārjuna, y mató a todos los hijos de Kārtavīryārjuna, cuya sangre formó un gran río. Paraśurāma, sin embargo, no quedó satisfecho con matar solamente a los hijos de Kārtavīryārjuna; más tarde, debido a que los kṣatriyas estaban ocasionando de nuevo trastornos, los mató veintiuna veces, para que no hubiese más kṣatriyas sobre la superficie de la Tierra. A continuación, Paraśurāma unió la cabeza de su padre con el resto de su cuerpo y celebró una serie de sacrificios para complacer al Señor Supremo. De esa forma, Jamadagni volvió a la vida en su propio cuerpo, y, más tarde, se elevó al sistema planetario superior conocido con el nombre de Saptarṣi-maṇḍala. Paraśurāma, el hijo de Jamadagni, vive todavía en Mahendra-parvata. En el próximo manvantara será un predicador del conocimiento védico.
En la dinastía de Gādhi nació el muy poderoso Viśvāmitra, que se volvió brāhmaṇa en virtud de sus austeridades y penitencias. Tuvo 101 hijos, conocidos con el nombre de Madhucchandās. Śunaḥśepha, el hijo de Ajīgarta, iba a ser sacrificado en el recinto de sacrificios de Hariścandra, pero, por la misericordia de los prajāpatis, fue liberado. Después fue conocido con el nombre de Devarāta en la dinastía de Gādhi. Sin embargo, como los cincuenta hijos mayores de Viśvāmitra no aceptaron a Śunaḥśepha como hermano mayor, Viśvāmitra los maldijo condenándoles a volverse mlecchas, personas que no son fieles a la civilización védica. El quincuagésimo primer hijo de Viśvāmitra y sus hermanos menores sí aceptaron a Śunaḥśepha como hermano mayor, y su padre, Viśvāmitra, satisfecho, los bendijo. De ese modo, Devarāta fue aceptado en la dinastía de Kauśika. Por ello, en esa dinastía hay varias divisiones.
Text 1: Śukadeva Gosvāmī dijo: Mi querido Mahārāja Parīkṣit, hijo de la dinastía Kuru, el Señor Paraśurāma aceptó inmediatamente la orden de su padre diciendo: «Que así sea». Entonces dedicó un año entero a visitar lugares sagrados, después de lo cual regresó a la morada de su padre.
Text 2: Cierto día, Reṇukā, la esposa de Jamadagni, fue a la orilla del Ganges a buscar agua. Allí vio al rey de los gandharvas que, adornado con un collar de flores de loto, jugaba con mujeres celestiales [apsarās] en las aguas del río.
Text 3: Aunque había ido al Ganges a buscar agua, cuando vio los juegos de Citraratha, el rey de los gandharvas, con las muchachas celestiales, sintió cierta atracción por él y no pudo recordar que era la hora del sacrificio de fuego y que se estaba retrasando.
Text 4: Más tarde, al darse cuenta de que ya había pasado la hora del sacrificio, Reṇukā temió que su esposo la maldijese. Por eso, cuando regresó al āśrama, simplemente dejó el cántaro de agua frente a su esposo y esperó ante él con las manos juntas.
Text 5: El gran sabio Jamadagni se dio cuenta de que su esposa había cometido adulterio mentalmente, de modo que se enfadó mucho y ordenó a sus hijos: «¡Queridos hijos míos, maten a esta pecadora!». Pero los hijos no cumplieron su orden.
Text 6: Jamadagni ordenó entonces a su hijo menor, Paraśurāma, que matase a sus hermanos, que habían desobedecido su orden, y a su madre, que había cometido adulterio mentalmente. El Señor Paraśurāma, que conocía el poder de su padre, maestro en el arte de la meditación y la austeridad, mató inmediatamente a su madre y a sus hermanos.
Text 7: Jamadagni, el hijo de Satyavatī, se sintió muy complacido con Paraśurāma y le invitó a pedirle la bendición que desease. El Señor Paraśurāma contestó: «Que mi madre y mis hermanos vivan de nuevo y no recuerden que yo les maté. Esa es la bendición que pido».
Text 8: Entonces, por la bendición de Jamadagni, la madre y los hermanos del Señor Paraśurāma volvieron inmediatamente a la vida y se sintieron muy felices, como si despertasen de un profundo sueño. Obedeciendo a su padre, el Señor Paraśurāma había matado a sus familiares, pues era perfectamente consciente de su poder, austeridad y sabiduría.
Text 9: Mi querido rey Parīkṣit, los hijos de Kārtavīryārjuna, que habían sido vencidos por la fuerza superior de Paraśurāma, no lograban encontrar la felicidad, pues se lo impedía el recuerdo constante de la muerte de su padre.
Text 10: En cierta ocasión, aprovechando que Paraśurāma había ido al bosque con Vasumān y sus hermanos, los hijos de Kārtavīryārjuna se dirigieron hacia la morada de Jamadagni para saciar su sed de venganza.
Text 11: Los hijos de Kārtavīryārjuna estaban decididos a cometer actos pecaminosos. Por eso, cuando vieron que Jamadagni se disponía a celebrar un yajña, sentado al lado del fuego y meditando en la Suprema Personalidad de Dios, a quien Se alaba con las oraciones más selectas, aprovecharon la oportunidad para matarle.
Text 12: Con palabras que inspiraban compasión, Reṇukā, la madre de Paraśurāma y esposa de Jamadagni, suplicó por la vida de su esposo. Pero los hijos de Kārtavīryārjuna, que carecían de cualidades kṣatriyas, eran tan crueles que, a pesar de sus súplicas, decapitaron a Jamadagni y se llevaron su cabeza.
Text 13: Lamentándose de dolor por la muerte de su esposo, la muy casta Reṇukā se golpeaba el cuerpo con las manos y lloraba a grandes voces: «¡Oh, Rāma, mi querido hijo Rāma!».
Text 14: El Señor Paraśurāma y los demás hijos de Jamadagni estaban bastante lejos de su hogar, pero, tan pronto como oyeron las voces de Reṇukā, que gritaba: «¡Oh, Rāma!, ¡oh, hijo mío!», regresaron al āśrama a toda prisa. Allí vieron que su padre había sido asesinado.
Text 15: Muy afectados, prácticamente confundidos por el pesar, la ira, la indignación, el dolor y la lamentación, los hijos de Jamadagni exclamaban: «¡Oh, padre!, ¡tú que eras la persona más religiosa, el más santo, nos has abandonado y te has ido a los planetas celestiales!».
Text 16: Entre lamentos, el Señor Paraśurāma confió a sus hermanos el cuerpo de su padre y empuñó de nuevo su hacha, con la intención resuelta de borrar a todos los kṣatriyas de la faz de la Tierra.
Text 17: ¡Oh, rey!, el Señor Paraśurāma fue entonces a Māhiṣmatī, que ya estaba condenada por el pecado de matar a un brāhmaṇa, y en el centro de la ciudad levantó una montaña con las cabezas cortadas de los hijos de Kārtavīryārjuna.
Texts 18-19: Con la sangre de los cuerpos de esos hijos, el Señor Paraśurāma formó un espantoso río, que llenó de terror a los reyes que no sentían respeto por la cultura brahmínica. Puesto que los kṣatriyas que llevaban las riendas del gobierno estaban realizando actividades pecaminosas, el Señor Paraśurāma, con el pretexto de vengarse del asesinato de su padre, borró a los kṣatriyas de la superficie de la Tierra veintiuna veces. En verdad, en el lugar denominado Samanta-pañcaka, creó nueve lagos con su sangre.
Text 20: A continuación, Paraśurāma unió la cabeza de su padre con el resto del cuerpo, y puso la cabeza y el tronco unidos sobre hierba kuśa. Entonces ofreció sacrificios de adoración al Señor Vāsudeva, que es la Superalma omnipresente de todos los semidioses y de toda entidad viviente.
Texts 21-22: Tras completar el sacrificio, el Señor Paraśurāma dio la dirección este como donación al hotā, el sur al brahmā, el oeste al adhvaryu, el norte al udgata, y las cuatro direcciones intermedias —nordeste, sudeste, noroeste y sudoeste— a los demás sacerdotes. La zona central la ofreció a Kaśyapa, y el lugar conocido con el nombre de Āryāvarta, al upadraṣṭā. Todo lo restante lo repartió entre los sadasyas, los sacerdotes colaboradores.
Text 23: A continuación, una vez completas las ceremonias rituales de sacrificio, el Señor Paraśurāma se bañó siguiendo el procedimiento de avabhṛta-snāna. De pie a orillas del gran río Sarasvatī, purificado de todo pecado, el Señor Paraśurāma era como el sol en un cielo claro y sin nubes.
Text 24: Así adorado por el Señor Paraśurāma, Jamadagni fue devuelto a la vida con toda su memoria, y pasó a ser uno de los siete sabios en el grupo de siete estrellas.
Text 25: Mi querido rey Parīkṣit, en el próximo manvantara, la Personalidad de Dios de ojos de loto, el Señor Paraśurāma, el hijo de Jamadagni, será un gran predicador del conocimiento védico. En otras palabras, será uno de los siete sabios.
Text 26: El Señor Paraśurāma vive todavía, en la montañosa región de Mahendra. En su papel de brāhmaṇa inteligente, vive completamente satisfecho y ha abandonado todas sus armas de kṣatriya. Los siddhas, cāraṇas, gandharvas y otros seres celestiales le veneran, le adoran y le ofrecen oraciones glorificando sus actividades y su sublime personalidad.
Text 27: De ese modo, el alma suprema, la Suprema Personalidad de Dios, el Señor y controlador supremo, Se encarnó en la dinastía Bhṛgu y descendió para liberar al universo de la carga de los reyes indeseables exterminándolos muchas veces.
Text 28: Viśvāmitra, el hijo de Mahārāja Gādhi, era tan poderoso como las llamas del fuego. Desde su posición como kṣatriya, se sometió a penitencias y austeridades hasta llegar a ser un poderoso brāhmaṇa.
Text 29: ¡Oh, rey Parīkṣit!, Viśvāmitra tuvo 101 hijos, de los cuales el mediano se llamó Madhucchandā. En relación con su nombre, todos los demás hijos fueron conocidos como los Madhucchandās.
Text 30: Viśvāmitra aceptó como hijo adoptivo a Śunaḥśepha, el hijo de Ajīgarta, que había nacido en la dinastía Bhṛgu y fue conocido también con el nombre de Devarāta. Viśvāmitra ordenó a sus hijos que considerasen a Śunaḥśepha su hermano mayor.
Text 31: El padre de Śunaḥśepha vendió su hijo en calidad de hombre-animal para ser sacrificado en el yajña del rey Hariścandra. Llevado al recinto de sacrificios, Śunaḥśepha oró a los semidioses pidiendo que le liberasen, y ellos, con gran misericordia, así lo hicieron.
Text 32: A pesar de haber nacido en la dinastía Bhārgava, Śunaḥśepha era muy avanzado en la vida espiritual, y por ello fue protegido por los semidioses a quienes se iba a ofrecer el sacrificio. Por esa razón, fue conocido también como el descendiente de Gādhi llamado Devarāta.
Text 33: Cuando Viśvāmitra, su padre, se lo pidió, los cincuenta Madhucchandās mayores se negaron a aceptar a Śunaḥśepha como hermano mayor. Entonces, muy enfadado, Viśvāmitra les maldijo diciendo: «¡Malos hijos!, puesto que se oponen a los principios de la cultura védica, serán mlecchas».
Text 34: Cuando los Madhucchandās mayores fueron maldecidos, los cincuenta más jóvenes, con el propio Madhucchandā entre ellos, fueron a ver a su padre y aceptaron su proposición: «Querido padre —dijeron—, respetaremos cualquier decisión que tomes».
Text 35: De ese modo, los Madhucchandās más jóvenes aceptaron a Śunaḥśepha como hermano mayor y le dijeron: «Seguiremos tus órdenes». Viśvāmitra dijo entonces a los hijos que le habían obedecido: «Me siento muy satisfecho de que hayan aceptado a Śunaḥśepha como hermano mayor. Al obedecer mi orden, han hecho de mí un padre de hijos dignos. Por eso los bendigo a todos para que también ustedes sean padres».
Text 36: Viśvāmitra dijo: «¡Oh, Kuśikas [descendientes de Kauśika]!, Devarāta es mi hijo y uno de ustedes. Por favor, obedezcan sus órdenes». ¡Oh, rey Parīkṣit!, Viśvāmitra tuvo muchos más hijos, como Aṣṭaka, Hārīta, Jaya y Kratumān.
Text 37: Viśvāmitra maldijo a algunos de sus hijos y bendijo a otros. Tuvo, además, un hijo adoptivo. De ese modo se diversificó la dinastía Kauśika; no obstante, Devarāta fue considerado el mayor de todos esos hijos.