Text 22
śrī-śuka uvāca
evaṁ saṅkīrtya rājānaṁ
durvāsāḥ paritoṣitaḥ
yayau vihāyasāmantrya
brahmalokam ahaitukam
śrī-śukaḥ uvāca—Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo; evam—así; saṅkīrtya—glorificando; rājānam—al rey; durvāsāḥ—el gran yogī místico Durvāsā Muni; paritoṣitaḥ—satisfecho por completo; yayau—se marchó de aquel lugar; vihāyasā—por las rutas del espacio; āmantrya—tras pedir permiso; brahmalokam—al planeta más elevado del universo; ahaitukam—donde no existe la árida especulación filosófica.
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: Así, completamente satisfecho, el gran yogī místico Durvāsā pidió permiso al rey y se marchó, glorificándole sin cesar. Siguiendo las rutas del cielo, llegó a Brahmaloka, donde no hay agnósticos ni áridos especuladores filosóficos.
SIGNIFICADO: Durvāsā Muni regresó a Brahmaloka siguiendo las rutas del espacio, pero no necesitó ningún avión, pues los grandes yogīs místicos pueden trasladarse de un planeta a otro sin necesidad de máquinas. Existe un planeta, Siddhaloka, cuyos habitantes pueden desplazarse a cualquier otro planeta, ya que, por naturaleza, poseen todas las perfecciones de la práctica del yoga. Vemos pues que Durvāsā Muni, el gran yogī místico, podía ir a cualquier planeta por las rutas del cielo; podía llegar incluso hasta Brahmaloka, donde todos son almas autorrealizadas y no hay necesidad de especulación filosófica para llegar a la conclusión de la Verdad Absoluta. Probablemente Durvāsā Muni se dirigía a Brahmaloka con el objetivo de explicar a los habitantes de aquel planeta que el devoto es tan poderoso que puede superar a todas las demás entidades vivientes del mundo material. Los supuestos jñānīs y yogīs no pueden compararse con el devoto.