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Text 31
kaṁ dhāsyati kumāro ’yaṁ
stanye rorūyate bhṛśam
māṁ dhātā vatsa mā rodīr
itīndro deśinīm adāt
kam—por quién; dhāsyati—será cuidado con la leche materna que necesita; kumāraḥ—niño; ayam—este; stanye—para mamar de la leche materna; rorūyate—llora; bhṛśam—tanto; mām dhātā—bébeme; vatsa—mi querido niño; mā rodīḥ—no llores; iti—así; indraḥ—el rey Indra; deśinīm—el dedo índice; adāt—le dio a chupar.
Deseoso de leche materna, el bebé lloraba tanto que todos los brāhmaṇas se sentían muy desdichados. «¿Quién va a cuidar de este niño?», decían. Finalmente, fue Indra, la deidad adorada en aquel yajña, quien vino a consolar al bebé. «No llores», le dijo. Entonces, poniendo su dedo índice en la boca del bebé, Indra dijo: «Puedes mamar de mí».