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El hijo de Rohita fue Harita, y el hijo de Harita fue Campa, que construyó la ciudad de Campāpurī. El hijo de Campa fue Sudeva, el hijo de Sudeva fue Vijaya, el hijo de Vijaya fue Bharuka, y el hijo de Bharuka fue Vṛka. Bāhuka, el hijo de Vṛka, debido a los trastornos que le causaban sus enemigos, abandonó el hogar y se marchó al bosque con su esposa. Cuando Bāhuka murió, su esposa quiso seguir los principios de satī y morir con él, pero, cuando estaba a punto de hacerlo, un sabio llamado Aurva descubrió que estaba embarazada y le prohibió sacrificarse. Las demás esposas de Bāhuka le envenenaron la comida, pero, con veneno y todo, dio a luz un hijo. Por esa razón, ese hijo recibió el nombre de Sagara (sa significa «con», y gara significa «veneno»). Siguiendo las instrucciones del gran sabio Aurva, el rey Sagara reformó muchos clanes, entre ellos los de los yavanas, los śakas, los haihayas y los barbaras. No los mató, sino que los reformó. Después, siguiendo también instrucciones de Aurva, el rey Sagara celebró una serie de sacrificios aśvamedha. Sin embargo, Indra, el rey del cielo, robó el caballo destinado al sacrificio. El rey Sagara tenía dos esposas, Sumati y Keśinī. En busca del caballo, los hijos de Sumati cavaron la superficie de la Tierra y formaron una zanja, que más tarde recibió el nombre de océano Sāgara. Mientras buscaban el caballo, se encontraron con Kapiladeva, la gran personalidad, y pensaron que era Él quien había robado el caballo. Cuando Le atacaron con esa mentalidad ofensiva, fueron reducidos a cenizas. Keśinī, la segunda esposa del rey Sagara, tuvo un hijo llamado Asamañjasa, que fue padre de Aṁśumān, quien, más adelante, buscó el caballo y liberó a sus tíos. Al llegar a donde Se encontraba Kapiladeva, Aṁśumān vio el caballo destinado al sacrificio y un montón de ceniza. Aṁśumān ofreció oraciones a Kapiladeva, quien, muy complacido con sus oraciones, le devolvió el caballo. Sin embargo, aun después de recibir el caballo, Aṁśumān siguió de pie ante Kapiladeva, de modo que este pudo entender que Aṁśumān oraba por la liberación de sus antepasados. Kapiladeva le dio entonces una instrucción: El agua del Ganges podía liberar a sus tíos. Aṁśumān ofreció entonces respetuosas reverencias a Kapiladeva, caminó alrededor de Él, y se fue con el caballo del sacrificio. El rey Sagara, después de completar su yajña, entregó el reino a Aṁśumān y, siguiendo los consejos de Aurva, alcanzó la salvación.
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