Text 62
sādhavo hṛdayaṁ mahyaṁ
sādhūnāṁ hṛdayaṁ tv aham
mad-anyat te na jānanti
nāhaṁ tebhyo manāg api
sādhavaḥ—los santos; hṛdayam—corazón; mahyam—Mío; sādhūnām—de los santos; hṛdayam—el corazón; tu—en verdad; aham—Yo; mat—que a Mí; anyat—más que; te—ellos; na—no; jānanti—conocen; na—ni; aham—Yo; tebhyaḥ—que a ellos; manāk—ligeramente; api—incluso.
«Los santos son Mi corazón, y sólo Yo soy su corazón. Ellos no conocen a nadie sino a Mí y, por eso, no reconozco a nadie como Mío aparte de ellos.»
SIGNIFICADO: Este verso figura en el Śrīmad-Bhāgavatam (9.4.68), en relación con una desavenencia entre Durvāsā Muni y Mahārāja Ambarīṣa. Cuando Durvāsā Muni trataba de matar al rey, el cakra Sudarśana, la famosa arma de Dios, apareció en escena para proteger al rey devoto. Durvāsā Muni, al verse atacado por el cakra Sudarśana, huyó atemorizado, buscando refugio entre los grandes semidioses del cielo. Ninguno de ellos pudo protegerle, y, entonces, Durvāsā Muni pidió perdón al Señor Viṣṇu. Pero el Señor Viṣṇu le aconsejó que, si quería que le perdonasen, tendría que pedírselo a Mahārāja Ambarīṣa, y no a Él. En ese contexto, el Señor Viṣṇu pronunció este verso.
Al encontrarse completamente libre de problemas, el Señor puede cuidar incondicionalmente a Sus devotos. Lo que Le importa es cómo elevar y proteger a todos los que se refugian a Sus pies. Esta misma responsabilidad le ha sido confiada también al maestro espiritual. Lo que preocupa al maestro espiritual genuino, como representante del Señor, es que los devotos que se le han entregado puedan progresar en el servicio devocional. La Suprema Personalidad de Dios siempre cuida mucho de los devotos que se ocupan totalmente en cultivar conocimiento referente a Él y se han refugiado a Sus pies de loto.