Text 101
ātmāvāsyam idaṁ viśvaṁ
yat kiñcij jagatyāṁ jagat
tena tyaktena bhuñjīthā
mā gṛdhaḥ kasya svid dhanam
ātma-āvāsyam—la expansión de la energía del Alma Suprema, la Personalidad de Dios; idam—este; viśvam—universo; yat—todo lo que; kiñcit—algo; jagatyām—dentro del universo; jagat—todo lo que es animado o inanimado; tena—por Él; tyaktena—por cosas asignadas a cada persona; bhuñjīthāḥ—tú debes aceptar para tu sustento; mā—nunca; gṛdhaḥ—usurpar; kasya-svit—de otro; dhanam—la propiedad.
“
«“El Señor es el propietario y el controlador de todas las cosas, animadas e inanimadas, que existen en el universo. Por lo tanto, sólo debemos aceptar para nosotros aquella parte que nos ha sido asignada, y no debemos tomar nada más, sabiendo bien quién es su propietario.”
SIGNIFICADO: Esta cita pertenece al Śrīmad-Bhāgavatam (8.1.10). Los comunistas y los socialistas tratan de propagar la filosofía de que todo pertenece al pueblo o al Estado. Esa idea no es perfecta. Con esa misma idea, pero con una visión más amplia, podemos ver que todo pertenece a Dios. Ésa sería la perfección del ideal comunista. En este verso se explica claramente el sentido del Śrīmad-Bhāgavatam. Cada quien debe estar satisfecho con lo que la Suprema Personalidad de Dios le ha dado. No debemos tratar de apoderarnos de las posesiones de otros. Esa sencilla idea se puede desarrollar en la vida diaria. Todos deben tener una parcela de terreno dada por el gobierno, y, además, unas cuantas vacas. De esas dos cosas podemos obtener el pan nuestro de cada día. Además de esto, todo artículo manufacturado en una fábrica debe ser considerado propiedad de la Suprema Personalidad de Dios, pues la materia prima de que está hecho pertenece a la Suprema Personalidad de Dios. En realidad, esos productos artificiales no son necesarios, pero, si se fabrican, hay que recordar que los bienes producidos pertenecen al Señor Supremo. El comunismo espiritual reconoce el derecho supremo de propiedad del Señor Supremo. Como explica el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā (5.29):
bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram
suhṛdaṁ sarva-bhūtānāṁ jñātvā māṁ śāntim ṛcchati
«La persona que tiene plena conciencia de Mí, sabiendo que Yo soy el beneficiario final de todo sacrificio y austeridad, el Señor Supremo de todos los planetas y semidioses, y el benefactor y bienqueriente de todas las entidades vivientes, se libera de los tormentos de las miserias materiales».
I
En el Śrīmad-Bhāgavatam se explica además que no debemos reclamar la propiedad de nada. Todo lo que consideramos nuestro, en realidad, pertenece a Kṛṣṇa. Debemos estar satisfechos con lo que el Señor Supremo nos asigne, y no debemos usurpar la propiedad de otros. Esto llevará a la paz en el mundo entero.