Text 37
tam ayaṁ manyate loko
hy asaṅgam api saṅginam
ātmaupamyena manujaṁ
vyāpṛṇvānaṁ yato ’budhaḥ
tam—al Señor Kṛṣṇa; ayam—todos estos (hombres comunes); manyate—especulan con la mente; lokaḥ—las almas condicionadas; hi—ciertamente; asaṅgam—desapegados; api—a pesar de; saṅginam—afectados; ātma—ser; aupamyena—mediante la comparación con el ser; manujam—hombre ordinario; vyāpṛṇvānam—estando dedicado a; yataḥ—debido a; abudhaḥ—tonto por ignorancia.
Las almas condicionadas comunes y los materialistas especulan que el Señor es una de ellas. Debido a la ignorancia, creen que al Señor lo afecta la materia, aunque Él está desapegado.
SIGNIFICADO: La palabra abudhaḥ es significativa aquí. Tan solo debido a la ignorancia, los necios pendencieros mundanos conciben equivocadamente al Señor Supremo, y mediante la propaganda difunden entre personas inocentes sus necias imaginaciones. El Señor Supremo Śrī Kṛṣṇa es la Personalidad de Dios original y primordial, y cuando Él se hallaba presente personalmente ante los ojos de todo el mundo, exhibió potencia divina completa en cada uno de los campos de las actividades. Como ya explicamos en el primer verso del Śrīmad-Bhāgavatam, Él es completamente independiente para actuar como le plazca, mas todas Sus actividades están colmadas de bienaventuranza, conocimiento y eternidad. Solo los necios mundanos lo conciben erróneamente, inconscientes de Su eterna forma de conocimiento y bienaventuranza, que se confirma en el Bhagavad-gītā y en los Upaniṣads. Sus diferentes potencias actúan siguiendo un plan perfecto de una secuencia natural, y como todo lo hace por intermedio de Sus diferentes potencias, permanece eternamente como el independiente supremo. Cuando Él desciende al mundo material por Su misericordia sin causa para con diferentes seres vivientes, lo hace mediante Su propia potencia. Él no está sujeto a ninguna condición de las modalidades materiales de la naturaleza, y desciende tal como es Él originalmente. Los especuladores mentales no entienden que Él es la Persona Suprema, y consideran que Sus aspectos impersonales, tales como el inexplicable Brahman, lo son todo. Semejante concepción también es el producto de una vida condicionada, porque ellos no pueden ir más allá de su propia capacidad personal. Por consiguiente, aquel que considera que el Señor se encuentra en el nivel de la limitada potencia de uno, es solo un hombre común. Un hombre de esa clase no puede ser convencido de que a la Personalidad de Dios nunca lo afectan las modalidades de la naturaleza material. Él no puede entender que al sol nunca lo afecta la materia infecciosa. Los especuladores mentales analizan todo desde el punto de vista del conocimiento experimental que tienen de sí mismos. Así pues, cuando se observa que el Señor actúa como una persona ordinaria, cautiva del matrimonio, consideran que Él es como uno de ellos, sin tomar en cuenta que el Señor puede casarse de inmediato con dieciséis mil o más mujeres. Debido a un escaso acopio de conocimiento, aceptan solo un aspecto del asunto, mientras que no creen en el otro. Eso significa que, únicamente por ignorancia, piensan que el Señor Kṛṣṇa es como ellos, y sacan sus propias conclusiones, que, según el veredicto del Śrīmad-Bhāgavatam, son absurdas y falsas.