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Text 16

yad-doḥṣu mā praṇihitaṁ guru-bhīṣma-karṇa-
naptṛ-trigarta-śalya-saindhava-bāhlikādyaiḥ
astrāṇy amogha-mahimāni nirūpitāni
nopaspṛśur nṛhari-dāsam ivāsurāṇi

yat—bajo cuya; doḥṣu—protección de los brazos; mā praṇihitam—encontrándome situado; guru—Droṇācārya; bhīṣma—Bhīṣma; karṇa—Karṇa; naptṛ—Bhūriśravā; trigarta—el rey Suśarmā; śalya—Śalya; saindhava—el rey Jayadratha; bāhlika—hermano de Mahārāja Śāntanu (el padre de Bhīṣma); ādyaiḥ—etc.; astrāṇi—armas; amogha—invencible; mahimāni—muy poderosos; nirūpitāni—aplicaron; na—no; upaspṛśuḥ—tocaron; nṛhari-dāsam—el servidor de Nṛsiṁhadeva (Prahlāda); iva—como; asurāṇi—armas empleadas por los demonios.

Grandes generales tales como Bhīṣma, Droṇa, Karṇa, Bhūriśravā, Suśarmā, Śalya, Jayadratha y Bāhlika, dirigieron todos contra mí sus armas invencibles. Pero en virtud de Su gracia [del Señor Kṛṣṇa], no pudieron ni siquiera tocarme un cabello. Así mismo, Prahlāda Mahārāja, el supremo devoto del Señor Nṛsiṁhadeva, no fue afectado por las armas que los demonios emplearon contra él.

SIGNIFICADO: La historia de Prahlāda Mahārāja, un gran devoto de Nṛsiṁhadeva, se narra en el Séptimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam. Prahlāda Mahārāja, un niñito de solo cinco años, se volvió el objeto de la envidia de su gran padre, Hiraṇyakaśipu, únicamente por haberse convertido en devoto puro del Señor. El demonio padre empleó todas sus armas para matar al hijo devoto, Prahlāda, pero por la gracia del Señor, el niño se salvó de toda clase de acciones peligrosas que realizó su padre. Él fue lanzado a un fuego, al seno de un aceite hirviendo, desde la cima de una colina, bajo las patas de un elefante, y se le administró veneno. Por último, el propio padre tomó una cuchilla para matar a su hijo, por lo cual Nṛsiṁhadeva apareció y, en presencia del hijo, mató al atroz padre. Así pues, nadie puede matar al devoto del Señor. De la misma manera, Arjuna también fue salvado por el Señor, aunque grandes oponentes, tales como Bhīṣma, emplearon contra él toda clase de armas peligrosas.

Karṇa: Engendrado en Kuntī por el dios del sol antes de que ella se casara con Mahārāja Pāṇḍu, Karṇa nació con ajorcas y aretes, signos extraordinarios que designaban a un héroe intrépido. Al principio se llamaba Vasusena, pero cuando creció le regaló a Indradeva sus ajorcas y aretes naturales, y de ahí en adelante llegó a ser conocido como Vaikartana. Después de que la doncella Kuntī le dio a luz, fue lanzado al Ganges. Luego fue recogido por Adhiratha, y él y su esposa Rādhā lo criaron como si fuera su propio hijo. Karṇa era muy caritativo, especialmente con los brāhmaṇas. No había nada de lo que no pudiera privarse por un brāhmaṇa. Con el mismo espíritu caritativo le dio a Indradeva como caridad sus ajorcas y aretes naturales, y este último, quedando muy satisfecho con él, le dio a cambio una gran arma, denominada Śakti. Él fue aceptado como uno de los alumnos de Droṇācārya, y desde el mismo comienzo hubo cierta rivalidad entre él y Arjuna. Al ver su constante rivalidad con Arjuna, Duryodhana le escogió como compañero, y su amistad creció gradualmente y se volvió muy íntima. Él también estuvo presente en la gran asamblea de la función svayaṁvara de Draupadī, y cuando trató de exhibir su talento en esa reunión, el hermano de Draupadī declaró que Karṇa no podía participar en la competencia, por su condición de ser el hijo de un carpintero śūdra. Aunque fue rechazado de la competencia, aun así, cuando Arjuna atravesó con éxito el pez que servía de blanco en el techo y Draupadī le puso a Arjuna su guirnalda, Karṇa y los demás príncipes desilusionados le presentaron a Arjuna un obstáculo poco común, mientras se iba con Draupadī. Karṇa, específicamente, peleó con él de un modo muy valeroso, pero todos ellos fueron derrotados por Arjuna. Duryodhana estaba muy complacido con Karṇa por la constante rivalidad que había entre él y Arjuna, y cuando subió al poder, puso a Karṇa en el trono del Estado de Aṅga. Frustrado en su intento de ganarse a Draupadī, Karṇa le aconsejó a Duryodhana que atacara al rey Drupada, ya que después de derrotarlo, se iba a poder arrestar tanto a Arjuna como a Draupadī. Pero Droṇācārya los regañó por esa conspiración, y ellos se abstuvieron de llevarla a cabo. Karṇa fue vencido muchas veces, no solo por Arjuna, sino también por Bhīmasena. Él era el soberano del reino de Bengala, Orissa y Madrás juntos. Más adelante, tomó parte activa en el sacrificio rājasūya de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y cuando hubo una apuesta entre los hermanos rivales, apuesta planeada por Śakuni, Karṇa participó en ella, y se sintió muy complacido cuando se puso en juego a Draupadī. Esto avivó su vieja rencilla. Cuando Draupadī estaba en juego, lo anunció con mucho entusiasmo, y fue él quien le ordenó a Duḥśāsana que les quitara la ropa tanto a los Pāṇḍavas como a Draupadī. Él le pidió a Draupadī que eligiera otro esposo, porque, habiéndola perdido los Pāṇḍavas, se había convertido en la esclava de los Kurus. Siempre fue un enemigo de los Pāṇḍavas, y cuando quiera que se presentaba la oportunidad, trataba de reprimirlos por todos los medios. Durante la batalla de Kurukṣetra previó el resultado final, y expresó su opinión de que como el Señor Kṛṣṇa era el auriga de Arjuna, este ganaría la batalla. Siempre discrepó con Bhīṣma, y a veces se mostraba tan orgulloso como para decir que podía acabar con los Pāṇḍavas en cinco días, si Bhīṣma no interfería en sus planes. Pero se mortificó mucho cuando Bhīṣma murió. Él mató a Ghatotkaca con el arma Śakti que Indradeva le dio. Su hijo, Vṛṣasena, fue matado por Arjuna. Él mató al mayor número de soldados Pāṇḍavas. Al final tuvo una severa contienda con Arjuna, y fue solo él quien pudo tumbarle a este el yelmo. Pero ocurrió que una rueda de su cuadriga se atascó en el lodo del campo de batalla, y cuando se bajó para arreglarla, Arjuna aprovechó la oportunidad y lo mató, aunque le había pedido a Arjuna que no lo hiciera.

Naptā, o Bhūriśravā: Bhūriśravā era el hijo de Somadatta, un miembro de la familia Kuru. Él era hermano de Śalya. Ambos hermanos asistieron con su padre a la ceremonia svayaṁvara de Draupadī. Todos ellos apreciaron la maravillosa fuerza que Arjuna tenía por ser el devoto amigo del Señor, y, en consecuencia, Bhūriśravā les aconsejó a los hijos de Dhṛtarāṣṭra que no riñeran ni pelearan con ellos. Todos ellos también asistieron al rājasūya-yajña de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Él poseía un regimiento akṣauhiṇī compuesto de ejército, caballería, elefantes y cuadrigas, y todos ellos fueron empleados en la batalla de Kurukṣetra a favor del bando de Duryodhana. Fue contado por Bhīma como uno de los yūtha-patis. En la batalla de Kurukṣetra peleó especialmente con Sātyaki, y mató a diez hijos de este. Posteriormente, Arjuna le cortó las manos, y al final fue matado por Sātyaki. Al morir se fundió en la existencia de Viśvadeva.

Trigarta, o Suśarmā: Hijo de Mahārāja Vṛddhakṣetra, era el rey de Trigartadeśa, y también estuvo presente en la ceremonia svayaṁvara de Draupadī. Era uno de los aliados de Duryodhana, y le aconsejó a este atacar el Matsyadeśa (Darbhaṅga). Durante la época en que ocurrió el robo de las vacas en Virāṭa-nagara, pudo arrestar a Mahārāja Virāṭa, pero luego este fue liberado por Bhīma. En la batalla de Kurukṣetra también peleó con mucha valentía, pero al final fue matado por Arjuna.

Jayadratha: Otro hijo de Mahārāja Vṛddhakṣetra. Era el rey de Sindhudeśa (el actual Pakistán Sind). Tenía una esposa de nombre Duḥśalā. Él también estuvo presente en la ceremonia svayaṁvara de Draupadī, y deseaba muy intensamente obtener su mano, pero falló en la competencia. Sin embargo, desde entonces siempre buscó la oportunidad de ponerse en contacto con ella. Cuando iba a Śalyadeśa a casarse, ocurrió que en el camino a Kāmyavana vio a Draupadī de nuevo, y se sintió demasiado atraído a ella. Los Pāṇḍavas y Draupadī estaban entonces en el exilio, después de haber perdido su imperio en el juego, y Jayadratha consideró prudente enviarle un mensaje de un modo ilícito a través de Koṭiśaṣya, uno de sus asociados. Draupadī de inmediato rechazó con vehemencia la proposición de Jayadratha, pero como él estaba tan atraído por la belleza de ella, trató una y otra vez. En cada una de las oportunidades, Draupadī lo rechazó. Él trató de llevársela a la fuerza en su cuadriga, y al principio Draupadī le dio un buen empujón, y él cayó como un árbol cortado de raíz. Pero no se desanimó, y logró sentar a Draupadī a la fuerza en la cuadriga. Este incidente fue visto por Dhaumya Muni quien se quejó enérgicamente de la acción de Jayadratha. Él también siguió la cuadriga, y a través de Dhātreyikā el asunto fue llevado a la atención de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Los Pāṇḍavas atacaron entonces a los soldados de Jayadratha y los mataron a todos, y por último Bhīma atrapó a Jayadratha y lo golpeó muy severamente, hasta casi matarlo. Luego, se le cortó todo el cabello‚ dejándole únicamente cinco pelos, y fue llevado ante todos los reyes y presentado como el esclavo de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Él fue obligado a admitir que era el esclavo de Mahārāja Yudhiṣṭhira ante toda la orden de los príncipes, y fue llevado ante Mahārāja Yudhiṣṭhira en la misma condición. Mahārāja Yudhiṣṭhira tuvo la gran bondad de ordenar que lo liberaran, y cuando aceptó convertirse en un príncipe subordinado a Mahārāja Yudhiṣṭhira, la reina Draupadī también deseó su liberación. Después de este incidente, se le permitió regresar a su país. Insultado así, fue a Gaṅgotri, que está en los Himālayas, y se sometió a un severo tipo de penitencia para complacer al Señor Śiva. Él pidió la bendición de poder derrotar a todos los Pāṇḍavas, al menos uno a la vez. Luego comenzó la batalla de Kurukṣetra, y se puso de parte de Duryodhana. En la pelea del primer día se enfrentó con Mahārāja Drupada, luego con Virāṭa y después con Abhimanyu. Mientras Abhimanyu era matado, habiendo sido rodeado despiadadamente por siete grandes generales, los Pāṇḍavas fueron a ayudarlo, pero Jayadratha, por la misericordia del Señor Śiva, los rechazó con gran habilidad. Ante esto, Arjuna hizo el voto de matarlo, y al oír eso, Jayadratha quiso irse del campo de guerra, y les pidió permiso a los Kauravas para su cobarde acción. Pero no se le permitió hacerlo. Por el contrario, se lo obligó a pelear con Arjuna, y mientras la pelea se llevaba a cabo, el Señor Kṛṣṇa le recordó a Arjuna que Śiva le había dado a Jayadratha la bendición de que cualquiera que le hiciera caer la cabeza al suelo, moriría al instante. Por lo tanto, le aconsejó a Arjuna que tirara la cabeza de Jayadratha directamente al regazo del padre de este, el cual estaba dedicado a hacer penitencias en el lugar de peregrinaje conocido como Samanta-pañcaka. En efecto, Arjuna así lo hizo. El padre de Jayadratha se sorprendió al ver en su regazo una cabeza cercenada, y de inmediato la tiró al suelo. Él murió instantáneamente, con la frente resquebrajada en siete pedazos.

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