Text 35
kā vā saheta virahaṁ puruṣottamasya
premāvaloka-rucira-smita-valgu-jalpaiḥ
sthairyaṁ samānam aharan madhu-māninīnāṁ
romotsavo mama yad-aṅghri-viṭaṅkitāyāḥ
kā—quién; vā—si; saheta—puede tolerar; viraham—separación; puruṣa-uttamasya—de la Suprema Personalidad de Dios; prema—amoroso; avaloka—mirada; rucira-smita—agradable sonrisa; valgu-jalpaiḥ—ruegos sinceros; sthairyam—gravedad; sa-mānam—junto con una apasionada ira; aharat—conquistó; madhu—amadas; māninīnām—mujeres tales como Satyabhāmā; roma-utsavaḥ—vello erizado por el placer; mama—mío; yat—cuyos; aṅghri—pies; viṭaṅkitāyāḥ—impresa con.
¿Quién puede tolerar, entonces, los tormentos de estar separado de esa Suprema Personalidad de Dios? Él pudo conquistar la gravedad y apasionada ira de amadas Suyas tales como Satyabhāmā, mediante Su dulce sonrisa amorosa, Su agradable mirada y Sus sinceros ruegos. Cuando Él recorría mi superficie [de la Tierra], yo me sumergía en el polvo de Sus pies de loto, y de ese modo quedaba cubierta de grama suntuosamente, que parecía ser mi vello que estaba erizado por el placer.
SIGNIFICADO: Había ocasiones en que el Señor y Sus miles de reinas se separaban a causa de que Él se ausentaba del hogar, pero en lo que se refiere a Su relación con la Tierra, el Señor recorría la misma con Sus pies de loto y, por consiguiente, no había ninguna posibilidad de separación. Cuando el Señor dejó la superficie de la Tierra para regresar a Su morada espiritual, los sentimientos de separación de aquella fueron, pues, más agudos.