Text 11
namanti yat-pāda-niketam ātmanaḥ
śivāya hānīya dhanāni śatravaḥ
kathaṁ sa vīraḥ śriyam aṅga dustyajāṁ
yuvaiṣatotsraṣṭum aho sahāsubhiḥ
namanti—postrarse; yat-pāda—cuyos pies; niketam—bajo; ātmanaḥ—propio; śivāya—bienestar; hānīya—solía provocar; dhanāni—riqueza; śatravaḥ—enemigos; katham—por qué razón; saḥ—él; vīraḥ—el caballeroso; śriyam—opulencias; aṅga—¡oh!; dustyajām—insuperable; yuvā—en plena juventud; aiṣata—deseó; utsraṣṭum—dejar; aho—exclamación; saha—con; asubhiḥ—vida.
Él era un emperador tan grande, que todos sus enemigos iban ante él, se postraban a sus pies, y le entregaban todas sus riquezas en beneficio propio. Él estaba lleno de juventud y fortaleza, y poseía opulencias reales insuperables. ¿Por qué quería dejarlo todo, incluso la propia vida?
SIGNIFICADO: En su vida no había nada que hubiese que rechazar. Él era un hombre muy joven, y podía disfrutar de la vida con poder y opulencia. Así que no había por qué retirarse de la vida activa. Él no tenía ninguna dificultad en recaudar los impuestos del Estado, pues era tan poderoso y caballeroso, que hasta sus enemigos iban a él, se postraban a sus pies, y le entregaban todas sus riquezas en beneficio propio. Mahārāja Parīkṣit era un rey piadoso. Él conquistó a sus enemigos, y por ello el reino estaba lleno de prosperidad. Había leche, granos y metales suficientes, y todos los ríos y montañas estaban llenos de potencia. De manera que todo era satisfactorio en sentido material. Luego no había ninguna razón por la cual él tuviera que dejar prematuramente su reino y su vida. Los sabios estaban ansiosos de oír hablar acerca de todo esto.