Text 42
tathāhṛtaṁ paśuvat pāśa-baddham
avāṅ-mukhaṁ karma-jugupsitena
nirīkṣya kṛṣṇāpakṛtaṁ guroḥ sutaṁ
vāma-svabhāvā kṛpayā nanāma ca
tathā—así pues; āhṛtam—trajo; paśu-vat—como un animal; pāśa-baddham—atado con sogas; avāk-mukham—sin una palabra en la boca; karma—actividades; jugupsitena—siendo atroces; nirīkṣya—por ver; kṛṣṇā—Draupadī; apakṛtam—el autor de lo degradante; guroḥ—el maestro; sutam—hijo; vāma—bella; svabhāvā—naturaleza; kṛpayā—por compasión; nanāma—ofreció reverencias; ca—y.
Śrī Sūta Gosvāmī dijo: Draupadī vio entonces a Aśvatthāmā, quien estaba atado con sogas como un animal, y el cual estaba callado por haber perpetrado el más infame de los homicidios. Ella, debido a su naturaleza femenina y a que era buena y de buen comportamiento por naturaleza, le ofreció los respetos que se le deben a un brāhmaṇa.
SIGNIFICADO: Aśvatthāmā fue condenado por el propio Señor, y Arjuna lo trató como un delincuente, y no como el hijo de un brāhmaṇa o maestro. Pero cuando fue llevado ante Śrīmatī Draupadī, y aunque ella estaba apesadumbrada por el asesinato de sus hijos y el asesino estaba presente ante ella, Draupadī no pudo retirarle el debido respeto que por lo general se le ofrece a un brāhmaṇa o al hijo de un brāhmaṇa. Esto se debía a su dócil naturaleza de mujer. Las mujeres, como clase, son como niños y, por ende, no tienen la capacidad discriminatoria de un hombre. Aśvatthāmā demostró ser un hijo indigno de Droṇācārya o de un brāhmaṇa, y por esa razón fue condenado por la más grande de las autoridades, el Señor Śrī Kṛṣṇa, y aun así una mujer dócil no pudo retirar su cortesía natural para con un brāhmaṇa.
En la familia hindú, incluso hasta la fecha, la mujer le ofrece el debido respeto a la casta brāhmaṇa, por muy caído e infame que un brahma-bandhu sea. Pero los hombres han comenzado a protestar en contra de los brahma-bandhus que nacen en familias de brāhmaṇas buenos, pero que por sus acciones son menos que śūdras.
Las palabras específicas que se usan en este śloka son vāma-svabhāvā, «dócil y gentil por naturaleza». Un hombre bueno o una mujer buena aceptan cualquier cosa muy fácilmente, mas un hombre medianamente inteligente, no. Pero, de todos modos, no debemos abandonar nuestra razón y capacidad de discriminación solo para ser gentiles. Uno debe tener una buena capacidad de discriminación para juzgar una cosa por sus méritos. No debemos dejarnos llevar por la naturaleza dócil de una mujer y aceptar con ello algo que no es genuino. Aśvatthāmā puede que sea respetado por una mujer buena, pero eso no significa que él sea igual que un brāhmaṇa genuino.