Texts 53-54
śrī-bhagavān uvāca
brahma-bandhur na hantavya
ātatāyī vadhārhaṇaḥ
mayaivobhayam āmnātaṁ
paripāhy anuśāsanam
kuru pratiśrutaṁ satyaṁ
yat tat sāntvayatā priyām
priyaṁ ca bhīmasenasya
pāñcālyā mahyam eva ca
śrī-bhagavān—la Personalidad de Dios; uvāca—dijo; brahma-bandhuḥ—el pariente de un brāhmaṇa; na—no; hantavyaḥ—ser matado; ātatāyī—el agresor; vadha-arhaṇaḥ—debe ser matado; mayā—por Mí; eva—indudablemente; ubhayam—ambos; āmnātam—descrito conforme al veredicto de la autoridad; paripāhi—ejecuta; anuśāsanam—veredictos; kuru—acata; pratiśrutam—como lo prometió; satyam—verdad; yat tat—aquello que; sāntvayatā—mientras apaciguaba; priyām—querida esposa; priyam—satisfacción; ca—también; bhīmasenasya—de Śrī Bhīmasena; pāñcālyāḥ—de Draupadī; mahyam—a Mí también; eva—indudablemente; ca—y.
La Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa dijo: No se debe matar al amigo de un brāhmaṇa, pero sí se debe hacerlo si es un agresor. Todos esos veredictos están en las Escrituras, y debes actuar de conformidad con ellos. Debes cumplir la promesa que le hiciste a tu esposa, y también debes actuar de manera de satisfacernos a Bhīmasena y a Mí.
SIGNIFICADO: Arjuna estaba perplejo, debido a que Aśvatthāmā tenía que ser matado, así como también perdonado, según las diferentes Escrituras citadas por diferentes personas. Como brahma-bandhu, o el hijo inservible de un brāhmaṇa, Aśvatthāmā no debía ser matado, pero al mismo tiempo era además un agresor. Y según los veredictos de Manu, a un agresor se le debe matar, aunque este sea un brāhmaṇa (y ni hablar de un hijo indigno de un brāhmaṇa). Droṇācārya era sin duda un brāhmaṇa en el verdadero sentido de la palabra, pero fue matado por haberse enfrentado en el campo de batalla. Mas, aunque Aśvatthāmā era un agresor, se encontraba desarmado. La ley dice que no se puede matar a un agresor que está desarmado o que no tiene cuadriga. Todas estas eran perplejidades, indudablemente. Además de eso, Arjuna tenía que mantener la promesa que había hecho ante Draupadī solo para tranquilizarla. Y él también tenía que satisfacer tanto a Bhīma como a Kṛṣṇa, que le aconsejaron matarlo. A Arjuna se le presentaba este dilema, y Kṛṣṇa le dio la solución.