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Text 46

vyāsādyair īśvarehājñaiḥ
kṛṣṇenādbhuta-karmaṇā
prabodhito ’pītihāsair
nābudhyata śucārpitaḥ

vyāsa-ādyaiḥ—por grandes sabios encabezados por Vyāsa; īśvara—el Todopoderoso Dios; īhā—por la voluntad de; jñaiḥ—por los eruditos; kṛṣṇena—por el propio Kṛṣṇa; adbhuta-karmaṇā—por aquel que realiza toda obra sobrehumana; prabodhitaḥ—siendo consolado; api—aunque; itihāsaiḥ—con testimonios de las historias; na—no; abudhyata—satisfecho; śucā arpitaḥ—apesadumbrado.

El rey Yudhiṣṭhira, que estaba muy acongojado, no pudo ser convencido, a pesar de las instrucciones de grandes sabios encabezados por Vyāsa y el propio Señor Kṛṣṇa, el ejecutor de hazañas sobrehumanas, y a pesar de todo el testimonio de la historia.

SIGNIFICADO: El piadoso rey Yudhiṣṭhira estaba mortificado debido a la matanza en masa de seres humanos que ocurrió en la batalla de Kurukṣetra, especialmente en nombre de él. Duryodhana estaba en el trono, y se estaba desenvolviendo bien en la administración, y en un sentido no había necesidad de pelear. Pero, haciéndole honor a la justicia, Yudhiṣṭhira había de reemplazarlo. Toda la camarilla política se centró alrededor de ese punto, y todos los reyes y residentes del mundo entero se involucraron en esta pelea entre los hermanos rivales. El Señor Kṛṣṇa también estaba allí, del lado del rey Yudhiṣṭhira. En el Mahābhārata, Ādi-parva (2.25), se dice que en los 18 días de la batalla de Kurukṣetra murieron seiscientos cuarenta millones de hombres y unos cientos de miles fueron declarados desaparecidos. Esta fue prácticamente la batalla más grande que ha habido en el mundo en los últimos cinco mil años.

Esta matanza en masa simplemente para entronar a Mahārāja Yudhiṣṭhira era demasiado mortificante, por lo cual él trató de que grandes sabios, tales como Vyāsa y el propio Señor, lo convencieran con testimonios tomados de las historias, de que la pelea era justa porque la causa era justa. Pero Mahārāja Yudhiṣṭhira no quedó satisfecho, aun a pesar de que lo instruyeron las personalidades más grandes de la época. A Kṛṣṇa se le designa aquí como el ejecutor de acciones sobrehumanas, pero en este caso en particular ni Él ni Vyāsa pudieron convencer al rey Yudhiṣṭhira. ¿Significa esto que Él dejó de ser un actor sobrehumano? No, ciertamente que no. La interpretación de esto es que el Señor, en Su carácter de īśvara o la Superalma que se encuentra en los corazones tanto del rey Yudhiṣṭhira como de Vyāsa, realizó una acción aún más sobrehumana, porque el Señor así lo deseó. Como Superalma del rey Yudhiṣṭhira, Él no permitió que al rey lo convencieran las palabras de Vyāsa y otros, incluyéndose Él Mismo, porque deseaba que el rey oyera las instrucciones del moribundo Bhīṣmadeva, quien era otro gran devoto del Señor. El Señor quería que, en la última etapa de su existencia material, el gran guerrero Bhīṣmadeva lo viera a Él personalmente y viera a sus queridos nietos, el rey Yudhiṣṭhira, etc., situados ahora en el trono, y muriera así muy apaciblemente. A Bhīṣmadeva no lo satisfacía en absoluto pelear en contra de los Pāṇḍavas, quienes eran sus amados nietos huérfanos de padre. Pero los kṣatriyas son además gente muy rigurosa, y, en consecuencia, él se vio obligado a ponerse del lado de Duryodhana, debido a que se mantenía a expensas de este último. Además de esto, el Señor también deseaba que el rey Yudhiṣṭhira fuera tranquilizado por las palabras de Bhīṣmadeva, de manera que el mundo pudiera ver que Bhīṣmadeva superaba a todos en conocimiento, incluso al propio Señor.

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