CAPÍTULO 11
Los pasatiempos infantiles de Kṛṣṇa
Este capítulo nos habla de cuando los habitantes de Gokula se trasladaron de Gokula a Vṛndāvana, donde Kṛṣṇa mató a Vatsāsura y a Bakāsura.
Los árboles yamala-arjuna, al caer, habían hecho un ruido espantoso, como el estrépito de un rayo. Sorprendidos, el padre de Kṛṣṇa, Nanda, y todos los demás adultos de Gokula, acudieron al lugar, donde vieron que los árboles habían caído y que entre ellos estaba Kṛṣṇa, que seguía atado al ulūkhala, el mortero de madera. No podían explicarse por qué habían caído los árboles y qué hacía allí Kṛṣṇa. Pensaron que tal vez fuese obra de otro asura que había ido allí a atacar a Kṛṣṇa, y preguntaron a los niños que jugaban con Kṛṣṇa qué había ocurrido. Los niños les contaron todo lo sucedido, pero los adultos no podían creer la historia. Algunos, sin embargo, pensaron que tal vez fuese cierta, puesto que ya habían sido testigos de muchas cosas maravillosas en relación con Kṛṣṇa. Fuese como fuese, Nanda Mahārāja desató a Kṛṣṇa inmediatamente.
Kṛṣṇa manifestaba actividades maravillosas cada día y a cada instante para aumentar el cariño paternal de Nanda Mahārāja y Yaśodā, quienes, de ese modo, se sentían a la vez sorprendidos y alegres. El derribo de los yamala-arjunas fue uno de esos maravillosos pasatiempos.
Un día, una vendedora de frutas pasó por casa de Nanda Mahārāja. Kṛṣṇa recogió en Sus manitas unos granos de cereal y corrió a que Se los cambiase por fruta. Los cereales se Le cayeron casi todos por el camino, y cuando llegó, solo Le quedaban en la mano uno o dos granitos. Pero la vendedora, llena de cariño por Él, los aceptó como pago y cargó al niño con toda la fruta que podía llevarse. Tan pronto como hizo esto, su cesta se llenó de oro y joyas.
Poco después, todos los gopas adultos decidieron irse de Gokula, pues veían que allí siempre había peligros. Su decisión fue trasladarse a Vṛndāvana, Vraja-dhāma, y al día siguiente partieron. En Vṛndāvana, Kṛṣṇa y Balarāma, ya finalizados Sus pasatiempos infantiles, Se dedicaron a cuidar de los terneros y a sacarlos a los pastizales (go-caraṇa). En esa época mataron al demonio Vatsāsura, que se había metido entre los terneros. También mataron a otro demonio, que tenía la forma de un gran pato. Los niños que jugaban con Kṛṣṇa contaban a sus madres todos estos incidentes, y ellas, aunque no podían creer a sus hijos, sentían tanto cariño por Kṛṣṇa que disfrutaban mucho con las narraciones de Sus actividades.
Text 1:
Śukadeva Gosvāmī continuó: ¡Oh, Mahārāja Parīkṣit!, cuando los árboles yamala-arjuna cayeron, todos los pastores del vecindario escucharon el terrible sonido y corrieron al lugar, temerosos de que hubiera sido un rayo.
Text 2:
Cuando vieron los árboles yamala-arjuna derribados en el suelo, se sintieron confusos, porque, aunque podían constatar el hecho de que los árboles habían caído, no podían dar con la causa.
Text 3:
Kṛṣṇa seguía atado al ulūkhala, el mortero que arrastraba tras de Sí. Pero, ¿cómo iba a haber derribado Él los árboles? ¿Quién lo había hecho? ¿Dónde estaba la causa de aquel suceso? Reflexionando en todas esas cosas asombrosas, los pastores estaban dudosos y confusos.
Text 4:
Entonces todos los pastorcillos dijeron: Fue Kṛṣṇa quien lo hizo. Cuando pasó por entre los dos árboles, el mortero quedó atravesado. Kṛṣṇa tiró del mortero, y los dos árboles cayeron. Después de eso, dos hombres muy hermosos salieron de los árboles. Lo hemos visto con nuestros propios ojos.
Text 5:
Debido al intenso cariño paternal, Nanda y los pastores de vacas no podían creer que Kṛṣṇa hubiera arrancado los árboles de aquella forma maravillosa. Así, les era imposible tener fe en las palabras de los niños. Algunos de ellos, sin embargo, dudaban: «Según las predicciones, Kṛṣṇa es como Nārāyaṇa. Bien podría haberlo hecho Él».
Text 6:
Al ver que su hijo estaba atado al mortero de madera y que lo arrastraba tras de Sí, Nanda Mahārāja sonrió y liberó a Kṛṣṇa de Sus ataduras.
Text 7:
Las gopīs solían decir: «Mi querido Kṛṣṇa, si bailas Te daré la mitad de un dulce». Diciendo esas palabras o dando palmadas, las gopīsanimaban a Kṛṣṇa de distintas formas. En esas ocasiones, Él, aunque era la Personalidad de Dios, supremamente poderoso, sonreía y bailaba conforme a sus deseos, como si fuese un muñeco en sus manos. A veces, cuando ellas Se lo pedían, cantaba en voz muy alta. De ese modo, Kṛṣṇa estaba sometido por completo a las gopīs.
Text 8:
A veces, madre Yaśodā o sus amigas gopīs decían a Kṛṣṇa: «Tráeme esto», o «Tráeme aquello». A veces Le ordenaban que les trajese una tarima‚ un medidor o unos zapatos de madera, y Kṛṣṇa, al recibir la orden de Sus madres, trataba de llevarles lo que pedían. Sin embargo, otras veces, como si no fuera capaz de levantar esos objetos, Se limitaba a tocarlos y quedarse quieto a su lado. Solo por dar placer a Sus familiares, Se golpeaba el cuerpo con los brazos para demostrar que tenía fuerza de sobra.
Text 9:
Para los devotos puros que, por todo el mundo, podían entender Sus actividades, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, mostró hasta qué punto puede someterse a Sus devotos, Sus sirvientes. De ese modo, aumentó el placer de los vrajavāsīs con Sus actividades infantiles.
Text 10:
Una vez, una vendedora de fruta anunciaba a voces: «¡Oh, habitantes de Vṛndāvana!, ¡vengan aquí si quieren comprar un poco de fruta!». Al escucharla, Kṛṣṇa tomó inmediatamente un puñado de granos de cereal y fue a cambiárselos por fruta, como si tuviese necesidad de ella.
Text 11:
Casi todos los granos que Kṛṣṇa llevaba en la mano se Le cayeron por el camino mientras corría a toda prisa hacia la vendedora. Ella, sin embargo, Le llenó las manos con fruta. Entonces, su cesto se llenó de joyas y oro.
Text 12:
Cierto día, después de que Kṛṣṇa arrancase los árboles arjuna, Rohiṇīdevī fue a llamar a Rāma y a Kṛṣṇa, que habían ido a orillas del río y estaban completamente absortos en jugar con los demás niños.
Text 13:
Kṛṣṇa y Balarāma Se habían apegado tanto a Su juego con los demás niños que no regresaron cuando Rohiṇī Los llamó. Ella entonces envió a madre Yaśodā a buscarlos, pues madre Yaśodā era más cariñosa con Kṛṣṇa y Balarāma.
Text 14:
Kṛṣṇa y Balarāma estaban tan apegados a Su juego con los demás niños que, aunque era muy tarde, seguían jugando. Madre Yaśodā fue entonces a llamarlos para que fuesen a comer. Debido al cariño y al amor extático que sentía por Kṛṣṇa y Balarāma, la leche fluía de sus senos.
Text 15:
Madre Yaśodā dijo: Mi querido hijo Kṛṣṇa, Kṛṣṇa de ojos de loto, ven aquí y bebe la leche de mi pecho. ¡Oh, cariño mío!, debes de estar muy cansado con el hambre y la fatiga de jugar tanto tiempo. Ya no tienes que seguir jugando.
Text 16:
Mi querido Baladeva, alegría de nuestra familia, por favor, ven inmediatamente con Tu hermano menor, Kṛṣṇa. Los dos han comido esta mañana, y ahora deben comer un poco más.
Text 17:
Nanda Mahārāja, el rey de Vraja, les está esperando para comer. ¡Oh, mi querido hijo Balarāma!, Les está esperando. Así pues, vengan para complacernos. Todos los niños que están jugando contigo y con Kṛṣṇa deben regresar ya a sus hogares.
Text 18:
Madre Yaśodā dijo además a Kṛṣṇa: Mi querido hijo, llevas todo el día jugando y tienes todo el cuerpo cubierto de polvo y arena. Así pues, regresa, ven a bañarte y a asearte. Hoy la Luna está en conjunción con la auspiciosa estrella de Tu nacimiento. Por lo tanto, sé puro y da vacas en caridad a los brāhmaṇas.
Text 19:
Mira a todos Tus amiguitos, que son de Tu misma edad. Están muy limpios, y sus madres les han adornado con hermosas alhajas. Debes venir aquí, y una vez que Te hayas bañado, que hayas tomado Tu almuerzo y estés bien adornado con alhajas, podrás volver a jugar con Tus amiguitos.
Text 20:
Mi querido Mahārāja Parīkṣit, llevada de su intenso amor y cariño, madre Yaśodā, la madre de Kṛṣṇa, consideraba a Kṛṣṇa, que era la expresión máxima de toda opulencia, su propio hijo. Así tomó a Kṛṣṇa y a Balarāma de la mano y Les llevó a casa, donde cumplió con sus deberes bañándoles, vistiéndoles y dándoles de comer.
Text 21:
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: Cierto día, considerando los grandes trastornos vividos en Bṛhadvana, todos los pastores de vacas adultos, bajo la dirección de Nanda Mahārāja, se reunieron para tomar medidas destinadas a acabar con los constantes trastornos que sufrían en Vraja.
Text 22:
En aquella reunión de todos los habitantes de Gokula, un pastor llamado Upananda, que era el más maduro en edad y en conocimiento, y que tenía mucha experiencia en consideraciones de momento, circunstancias y país, hizo la siguiente sugerencia para beneficio de Rāma y Kṛṣṇa.
Text 23:
Upananda dijo: Mis queridos amigos pastores de vacas, si queremos hacer un bien a este lugar, Gokula, debemos irnos de aquí, pues ya hemos visto que constantemente surgen causas de perturbación, y que todas ellas son intentos de matar a Rāma y a Kṛṣṇa.
Text 24:
De alguna forma, por la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios, el niño Kṛṣṇa Se salvó de las garras de la rākṣasī Pūtanā, que estaba decidida a matarle. Después, y de nuevo por la misericordia del Dios Supremo, no fue aplastado por la carreta de mano que se desplomó sobre Él.
Text 25:
Y, de nuevo, el demonio Tṛṇāvarta, en la forma de un torbellino, se llevó al niño por esos peligrosos cielos para matarle; sin embargo, cayó y se estrelló contra una roca. También en ese caso, por la misericordia del Señor Viṣṇu o de Sus sirvientes, el niño volvió a salvarse.
Text 26:
El otro día, sin ir más lejos, ni Kṛṣṇa ni ninguno de los niños que jugaban con Él murieron pese a la caída de los árboles, aunque estaban muy cerca, o incluso entre los dos árboles. Eso también debemos considerarlo misericordia de la Suprema Personalidad de Dios.
Text 27:
Todos esos siniestros han sido causados por algún demonio cuya identidad desconocemos. Antes de que venga aquí a causar más molestias, debemos irnos con los niños a otro lugar, hasta que esas perturbaciones dejen de producirse.
Text 28:
Entre Nandeśvara y Mahāvana hay un lugar llamado Vṛndāvana. Es un lugar idóneo, porque en él hay abundancia de hierba, plantas y enredaderas para las vacas y demás animales. Tiene hermosos jardines y altas montañas, y ofrece muchos recursos para la felicidad de todos los gopas y gopīs, así como para nuestros animales.
Text 29:
Por lo tanto, vayámonos inmediatamente, hoy mismo. No hay por qué esperar más. Si están de acuerdo conmigo, preparemos los carros de bueyes, situemos las vacas por delante y vayámonos.
Text 30:
Tras escuchar el consejo de Upānanda, los pastores de vacas lo aceptaron por unanimidad. «Muy bien —decían—, muy bien». Entonces resolvieron sus asuntos domésticos, subieron a los carros sus ropas y demás objetos, y partieron inmediatamente hacia Vṛndāvana.
Texts 31-32:
Cuando todos los ancianos, mujeres y niños, con todo el mobiliario doméstico, estuvieron en los carros de bueyes, y una vez que las vacas estuvieron frente a los carros, los pastores de vacas tuvieron la precaución de empuñar sus arcos y flechas y de hacer sonar sus cuernos. ¡Oh, rey Parīkṣit!, de esa forma, acompañados del sonido de los cuernos, los pastores de vacas, con sus sacerdotes, comenzaron el viaje.
Text 33:
Las esposas de los pastores, montadas en los carromatos, iban muy bien vestidas, con ropas de excelente calidad. Sus cuerpos, y en especial sus senos, estaban maquillados con polvo de kuṅkuma fresco. En el camino se deleitaban en cantar los pasatiempos de Kṛṣṇa.
Text 34:
Muy complacidas de escuchar los pasatiempos de Kṛṣṇa y Balarāma, madre Yaśodā y Rohiṇīdevī, para no separarse de Kṛṣṇa y Balarāma ni por un momento, se subieron con ellos en un carromato. En esa situación, todos tenían un aspecto muy hermoso.
Text 35:
De ese modo llegaron a Vṛndāvana, donde la vida es agradable en todas las estaciones. Allí dispusieron un lugar donde vivir provisionalmente, formando una media luna con sus carros.
Text 36:
¡Oh, rey Parīkṣit!, a la vista de Vṛndāvana, Govardhana y las orillas del río Yamunā, Rāma y Kṛṣṇa sintieron un gran placer.
Text 37:
De ese modo, Kṛṣṇa y Balarāma, actuando como niños pequeños y balbuceando Sus primeras palabras, daban placer trascendental a todos los habitantes de Vraja. Con el paso del tiempo, crecieron lo bastante como para cuidar de los terneros.
Text 38:
No muy lejos del lugar en que vivían, Kṛṣṇa y Balarāma, que tenían toda clase de juguetes, jugaban con otros pastorcillos de vacas y cuidaban de los terneros más pequeños.
Texts 39-40:
A veces, Kṛṣṇa y Balarāma tocaban la flauta, a veces lanzaban a los árboles unas cuerdas y piedras ideadas para coger fruta, a veces Se limitaban a tirar piedras, y a veces, acompañados del tintineo de Sus campanitas tobilleras, jugaban al fútbol con frutas de bael y āmalakī.A veces Se cubrían con sábanas e imitaban a las vacas y los toros, luchando unos con otros y rugiendo en voz muy alta. A veces imitaban las voces de los animales. Así jugando, se divertían como dos niños humanos corrientes.
Text 41:
Un día en que Rāma, Kṛṣṇa y los demás pastorcillos habían llevado los terneros a orillas del río Yamunā, un nuevo demonio se presentó en el lugar para matarles.
Text 42:
Cuando vio que el demonio había adoptado la forma de un ternero y que se había mezclado con los demás animales, la Suprema Personalidad de Dios indicó a Baladeva: «Ahí tenemos otro demonio». Entonces, muy despacio, fue acercándose al demonio como si no conociera sus intenciones.
Text 43:
Entonces, Śrī Kṛṣṇa sujetó al demonio por las patas traseras y la cola, hizo girar el cuerpo del demonio con mucha fuerza hasta que murió, y lo lanzó a lo alto de un árbol kapittha, que se vino abajo junto con el cuerpo del demonio, que había adoptado una forma enorme.
Text 44:
Al ver el cadáver del demonio, todos los pastorcillos exclamaron: «¡Bien hecho, Kṛṣṇa! ¡Muy bien, muy bien! ¡Muchas gracias!». En el sistema planetario superior, todos los semidioses, sintiéndose complacidos, derramaron lluvias de flores sobre la Suprema Personalidad de Dios.
Text 45:
Tras la muerte del demonio, Kṛṣṇa y Balarāma terminaron Su desayuno y, mientras cuidaban de los terneros, siguieron paseándose de un lugar a otro. Kṛṣṇa y Balarāma, las Supremas Personalidades de Dios, que mantienen la creación entera, cuidaban ahora de los terneros como dos pastorcillos corrientes.
Text 46:
Un día, Kṛṣṇa, Balarāma y los demás niños, cada uno de ellos con su correspondiente grupo de terneros, llevaron a los animales a una alberca para que bebiesen. Cuando los terneros acabaron de beber, también los niños saciaron su sed con aquellas aguas.
Text 47:
Junto a la alberca, los niños vieron un cuerpo gigantesco que parecía el pico de una montaña derribado y roto por un rayo. La simple vista de aquel descomunal ser viviente les hacía sentir miedo.
Text 48:
Aquel demonio de enorme cuerpo se llamaba Bakāsura, y había adoptado la forma de un pato con un pico muy aguzado. Al llegar allí, se tragó a Kṛṣṇa.
Text 49:
Al ver que el gigantesco pato había devorado a Kṛṣṇa, Balarāma y los demás niños quedaron prácticamente inconscientes, como sentidos sin vida.
Text 50:
Kṛṣṇa, que era el padre del Señor Brahmā pero que hacía el papel de hijo de un pastor de vacas, Se volvió como el fuego, quemando la raíz de la garganta del demonio Bakāsura, que tuvo que vomitarle inmediatamente. Cuando el demonio vio que Kṛṣṇa, pese a haber sido tragado, estaba ileso, Le atacó de nuevo con su aguzado pico, sin aguardar ni un instante.
Text 51:
Al ver que el demonio Bakāsura, el amigo de Kaṁsa, se empeñaba en atacarle, Kṛṣṇa, el líder de los vaiṣṇavas, cogió con Sus manos las dos mitades del pico del demonio y, ante todos los pastorcillos de vacas, partió al demonio por la mitad con la misma facilidad con que un niño divide en dos una brizna de hierba vīraṇa. Al matar al demonio de esa forma, Kṛṣṇa dio gran satisfacción a los habitantes del cielo.
Text 52:
En ese momento, los habitantes celestiales del sistema planetario superior derramaron sobre Kṛṣṇa, el enemigo de Bakāsura, una lluvia de flores mallikā-puṣpa, unas flores que se cultivan en Nandana-kānana. También Le felicitaron con el sonido de timbales y caracolas celestiales, y con ofrendas de oraciones. Al ver todo aquello, los pastorcillos de vacas no salían de su asombro.
Text 53:
Del mismo modo que los sentidos se serenan cuando se recobra la conciencia, cuando Kṛṣṇa Se liberó de aquel peligro, todos los niños, con Balarāma entre ellos, pensaron que habían vuelto a la vida. Después de abrazar a Kṛṣṇa con su conciencia ya serena, reunieron a sus terneros y regresaron a Vrajabhūmi, donde proclamaron en voz muy alta lo ocurrido.
Text 54:
Los pastores de vacas y sus esposas, cuando escucharon el relato de la muerte de Bakāsura en el bosque, estaban muy asombrados. Al ver a Kṛṣṇa, después de escuchar el relato, Le dieron una efusiva bienvenida, pensando que Él y los demás niños regresaban de las fauces de la muerte. Ahora que Kṛṣṇa y los demás niños estaban a salvo, les miraban sin decir nada, y no querían apartar la vista de ellos.
Text 55:
Nanda Mahārāja y los pastores de vacas reflexionaban: Es de lo más sorprendente que este niño, Kṛṣṇa, Se haya visto en tantos peligros mortales y que, por la gracia de la Suprema Personalidad de Dios, hayan sido los mismos que causaban el peligro quienes acabaron muriendo en vez de Él.
Text 56:
Aunque los daityas que Le pusieron en peligro de muerte eran realmente feroces, ninguno de ellos pudo matar a este niño, Kṛṣṇa. Al contrario, por haber venido a matar niños inocentes, tan pronto como se acercaron, fueron ellos mismos quienes murieron, como moscas que se precipitan en el fuego.
Text 57:
Las palabras de las personas que poseen pleno conocimiento del Brahman nunca resultan falsas. Es muy maravilloso que todo lo que Garga Muni predijo, lo estemos viviendo ahora palabra por palabra.
Text 58:
De ese modo, Nanda Mahārāja y los pastores de vacas disfrutaban de gran placer trascendental comentando los pasatiempos de Kṛṣṇa y de Balarāma, y ni siquiera percibían las miserias materiales.
Text 59:
De ese modo, Kṛṣṇa y Balarāma pasaron Su infancia en Vrajabhūmi ocupados en actividades y juegos infantiles. Así, jugaban al escondite, a construir un puente imaginario sobre el océano, y a saltar de un lado a otro como los monos.