Text 36
yady evaṁ tarhi vyādehī-
ty uktaḥ sa bhagavān hariḥ
vyādattāvyāhataiśvaryaḥ
krīḍā-manuja-bālakaḥ
yadi—si; evam—es así; tarhi—entonces; vyādehi—abre bien la boca (yo quiero ver); iti uktaḥ—al recibir esta orden de madre Yaśodā; saḥ—Él; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; hariḥ—el Señor Supremo; vyādatta—abrió la boca; avyāhata-aiśvaryaḥ—sin disminuir ninguna de Sus potencias de opulencia absoluta (aiśvaryasya samagrasya); krīḍā—pasatiempos; manuja-bālakaḥ—exactamente igual que el hijo de un ser humano.
Madre Yaśodā desafió a Kṛṣṇa: «Si de verdad no has comido tierra, abre bien la boca». En respuesta al desafío de Su madre, y para mostrar los pasatiempos de un niño común, Kṛṣṇa, el hijo de Nanda Mahārāja y Yaśodā, abrió la boca. Aunque sin disturbar el cariño maternal de Yaśodā, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, que es plenamente opulento, dejó que Su opulencia se manifestase naturalmente, pues Él no pierde esa opulencia en ninguna circunstancia, aunque la manifiesta solo en el momento oportuno.
SIGNIFICADO: Sin disturbar el éxtasis del cariño de Su madre, Kṛṣṇa abrió la boca y manifestó Sus propias opulencias naturales. Ante una gran variedad de más de cien platos culinarios, la persona a la que le gustan las espinacas preferirá un sencillo plato de śāka, espinacas. Del mismo modo, Kṛṣṇa, a pesar de estar pleno de opulencias, abrió la boca como un niño corriente cuando madre Yaśodā Se lo pidió, sin pasar por alto los sentimientos trascendentales de cariño maternal.