Text 20
nemaṁ viriñco na bhavo
na śrīr apy aṅga-saṁśrayā
prasādaṁ lebhire gopī
yat tat prāpa vimuktidāt
na—no; imam—esa excelsa posición; viriñcaḥ—el Señor Brahmā; na—ni; bhavaḥ—el Señor Śiva; na—ni; śrīḥ—la diosa de la fortuna;api—en verdad; aṅga-saṁśrayā—aunque ella sea la compañera inseparable del Señor Supremo; prasādam—misericordia; lebhire—obtenida; gopī—madre Yaśodā; yat tat—como la que; prāpa—obtenida; vimukti-dāt—de Kṛṣṇa, que da la liberación del mundo material.
Ni el Señor Brahmā, ni el Señor Śiva, ni la mismísima diosa de la fortuna, que es la compañera inseparable del Señor Supremo, pueden obtener de la Suprema Personalidad de Dios, el liberador del mundo material, la misericordia que recibió madre Yaśodā.
SIGNIFICADO: Se hace aquí un estudio comparativo entre madre Yaśodā y otros devotos del Señor. Como se afirma en el Caitanya-caritāmṛta (Cc. Ādi 5.142): ekale īśvara kṛṣṇa, āra saba bhṛtya: El único amo supremo es Kṛṣṇa; todos los demás son Sus sirvientes. Kṛṣṇa posee la cualidad trascendental de bhṛtya-vaśyatā, es decir, de subordinarse a Su bhṛtya, a Su sirviente. Ahora bien, aunque todos somos bhṛtyas, y aunque Kṛṣṇa posee la cualidad de subordinarse a Sus bhṛtyas, la posición de madre Yaśodā es la más elevada. El Señor Brahmā es bhṛtya, un sirviente de Kṛṣṇa, y es, además, ādi-kavi, el creador original del universo (tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye). Sin embargo, ni siquiera él pudo obtener la misericordia que alcanzó madre Yaśodā. El Señor Śiva, por su parte, es el vaiṣṇava más elevado (vaiṣṇavānāṁ yathā śambhuḥ). Y para no hablar del Señor Brahmā o el Señor Śiva, la propia diosa de la fortuna, Lakṣmī, es la compañera y sirvienta constante del Señor, pues siempre está en contacto con el cuerpo del Señor. Con todo, ni siquiera ella pudo alcanzar esa misericordia. Por eso, Mahārāja Parīkṣit se encontraba sorprendido, pensando: «¿Qué habrán hecho madre Yaśodā y Nanda Mahārāja en sus vidas anteriores para recibir semejante oportunidad, la oportunidad de ser los cariñosos padres de Kṛṣṇa?».
En este verso hay tres declaraciones negativas: na, na, na. Cuando algo se repite tres veces —«Haz esto, haz esto, haz esto»—, debemos entender que se está poniendo un énfasis especial en ese hecho. En este verso hallamos las palabras: na lebhire, na lebhire, na lebhire. Madre Yaśodā, sin embargo, se halla en la posición más elevada y excelsa, hasta el punto de que Kṛṣṇa Se ha subordinado por entero a ella.
Es también significativa la palabra vimuktidāt. Hay varias clases de liberación, como sāyujya, sālokya, sārūpya, sārṣṭi y sāmīpya, pero vimukti significa «mukti especial». Cuando, después de la liberación, nos situamos en el plano de prema-bhakti, se considera que hemos alcanzado vimukti, esa «mukti especial». Esa es la razón por la cual se emplea la palabra na. Śrī Caitanya Mahāprabhu explica ese sublime plano de premā con las palabras premā pum-artho mahān, y madre Yaśodā actúa, de forma natural, en ese sublime plano de intercambios amorosos. Ella es, por consiguiente, una devota nitya-siddha, una expansión de la potencia hlādinī de Kṛṣṇa, la potencia con la que Él disfruta de bienaventuranza trascendental por medio de expansiones que son devotos especiales (ānanda-cinmaya-rasa-pratibhāvitābhiḥ). Esos devotos no son sādhana-siddhas.