Text 20
nāsike nirabhidyetāṁ
dodhūyati nabhasvati
tatra vāyur gandha-vaho
ghrāṇo nasi jighṛkṣataḥ
nāsike—en las fosas nasales; nirabhidyetām—siendo desarrollada; dodhūyati—soplando rápidamente; nabhasvati—respiración de aire; tatra—después de eso; vāyuḥ—aire; gandha-vahaḥ—percibiendo olores; ghrāṇaḥ—sentido del olfato; nasi—en la nariz; jighṛkṣataḥ—deseando percibir olores.
Luego, cuando el supremo puruṣa deseó percibir olores, se generaron las fosas nasales y la respiración, aparecieron los olores y el instrumento nasal, y la deidad controladora del aire, llevando el olor, también se manifestó.
SIGNIFICADO: El instrumento nasal, el olor, y la deidad controladora —el aire—, así como el olfato, etc., se manifestaron todos simultáneamente cuando el Señor deseó oler. Los mantras védicos confirman esa declaración con la afirmación que se encuentra en los Upaniṣads, que indica que todo es deseado primero por el Supremo, antes de que la entidad viviente subordinada pueda actuar sobre la base de ello. Solo cuando el Señor ve, la entidad viviente puede ver; cuando el Señor huele, la entidad viviente puede oler, etc. Lo que se quiere decir es que la entidad viviente no puede hacer nada independientemente. Tan solo puede pensar en hacer algo independientemente, pero no puede actuar independientemente. Esa independencia de pensamiento existe por la gracia del Señor, mas al pensamiento puede dársele forma por la gracia del Señor, y, por lo tanto, el refrán corriente dice que «el hombre propone y Dios dispone». Toda la explicación se centra en el asunto de la dependencia absoluta que tienen las entidades vivientes, y la independencia absoluta del Señor Supremo. Las personas poco inteligentes que dicen encontrarse en un mismo nivel que Dios, deben primero demostrar que son absolutas e independientes, y luego deben probar su afirmación de que son uno con Dios.